El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, agradeció el apoyo latinoamericano a su país en rechazo a la amenaza del Reino Unido de invadir su Embajada en Londres para arrestar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, agradeció el apoyo latinoamericano a su país en rechazo a la amenaza del Reino Unido de invadir su Embajada en Londres para arrestar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
En una cadena nacional radiotelevisada a la nación, el mandatario reiteró el agradecimiento al respaldo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Ecuador, enfatizó Correa, no le pedirá permiso a nadie para ejercer su soberanía y siempre estará dispuesto a proteger los derechos humanos de cualquier ciudadano que así lo requiera, en alusión al periodista australiano, quien pidiera protección a su gobierno.
Assange argumentó en su solicitud de asilo sus temores a ser extraditado desde Suecia, donde debe responder por presuntos delitos sexuales, a Estados Unidos, lo cual Quito asegura fue determinante para otorgarle el asilo.
Existen indicios de que ya en territorio estadounidense, éste podría ser juzgado por el delito de espionaje debido a la difusión a través de WikiLeaks de cables diplomáticos comprometedores para Washington.
En su alocución, Correa se refirió a una comunicación enviada a las autoridades desde Londres, donde el Gobierno de ese país europeo expone que no pretendió amenazar a Ecuador, lo cual, según Correa, aunque era evidente que sí lo era, entienden que es una retractación de la nota anterior.
Reiteró la disposición de este país a proseguir el diálogo, al que, dijo, siempre estuvieron abiertos desde el inicio, "y continuamos abiertos a ese diálogo para encontrar una salida, si es posible consensuada".
"Continuaremos con diálogos con Reino Unido y Suecia, pero jamás negociando con los derechos humanos del señor Assange", aseveró.
Enumeró que las salidas a este impasse son que Suecia diera las garantías de que si Assange es llevado a este ese país no será extraditado a una tercera nación, o Reino Unido otorgue el salvoconducto para éste se acoja al estatus de refugiado concedido por Ecuador.
En la última semana, la Unasur, el ALBA y la OEA respaldaron mayoritariamente el reclamo del gobierno ecuatoriano a ejercer su soberanía y protegerla tras el mensaje británico de la eventual irrupción en su legación diplomática en Londres.
Mientras los foros extraordinarios de la Unasur y el ALBA terminaron con la adhesión unánime a Ecuador, en la OEA solo Estados Unidos y Canadá expresaron sus reservas al documento final alegando que el asunto tiene carácter bilateral.
La resolución de la OEA insta a rechazar cualquier intento que ponga en riesgo la inviolabilidad de las misiones diplomáticas.
Reitera, además, la obligación de todos los Estados de no invocar normas de derecho interno para justificar el incumplimiento de sus obligaciones internacionales e insta a continuar el diálogo para sus diferencias.