La canciller de Bangladesh elogió la preparación de Irán para la cumbre del movimiento No Alineados, mientras su homólogo senegalés consideró innegable su rol en el mundo islámico.
La canciller de Bangladesh, Dipu Moni, elogió hoy la preparación de Irán para la cumbre del movimiento No Alineados (NOAL), mientras su homólogo senegalés, Alioune Badara Cissé, consideró innegable su rol en el mundo islámico.
Al vaticinar resultados fructíferos a los dos días de debates entre los ministros de Relaciones Exteriores de 118 Estados miembros de los NOAL, Moni elogió la agenda y los documentos preparados por expertos, con énfasis en el desarme, la paz y la cooperación internacional.
El proyecto de documento final, que después de los ministros deberán ratificar los jefes de Estado y Gobierno, urge a combatir el imperialismo y el racismo, y evitar la ocupación y la agresión militar contra cualquier Estado del grupo No Alineados.
Asimismo, la titular bangladeshí alabó los esfuerzos de Teherán para que la cumbre subraye la necesidad de un mundo libre de armas nucleares y de destrucción masiva, que respete los derechos de todos los países a la energía nuclear con fines pacíficos.
Por su lado, el ministro de Asuntos Exteriores de Senegal, Badara Cissé, reconoció la influencia iraní en el mundo islámico y para la restauración de la paz a escala planetaria, prestigio que se reforzará -dijo- con la celebración en esta capital de la cita cimera.
Cissé se mostró esperanzado en que durante los debates haya "interacciones efectivas" destinadas a hallar una salida a la crisis en Siria en un momento en que se mantienen prácticamente en punto muerto los esfuerzos pacificadores emprendidos por la ONU.
Fuentes diplomáticas también expresaron confianza en la presencia aquí de los cancilleres de Kuwait, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Omán y un representante de Arabia Saudita, todos miembros del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico. Esas naciones, abanderadas de posiciones hostiles al gobierno del presidente sirio, Bashar Al-Assad, dentro de la Liga Árabe, podrían examinar una iniciativa de paz de Irán para detener la violencia y propiciar el diálogo entre opositores y autoridades de Damasco.
Un elemento favorable en la distensión entre Irán y las monarquías árabes del Golfo lo aportó el canciller bahreiní, Khalid Ibn Ahmad Al Jalifa, al expresar felicidad porque Egipto entregará formalmente el jueves a Irán la presidencia temporal de los NOAL.
Al-Jalifa, cuyo país ha protagonizado desde 2011 tensas disputas con la República Islámica por la condena de ésta a la represión contra opositores shiíes de Bahrein, afirmó que Manama está "muy optimista sobre la presidencia" que recaerá en Teherán.