Las sanciones unilaterales, una reforma de la ONU y el apoyo a la causa palestina han estado en la agenda de los debates ministeriales preparatorios de la 16 Cumbre del Movimiento de Países No Alineados.
Las sanciones unilaterales, una reforma de la ONU y el apoyo a la causa palestina han estado en la agenda de los debates ministeriales preparatorios de la 16 Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL).
Representantes de los 120 miembros del movimiento, entre ellos unos 70 ministros de Relaciones Exteriores, deberán considerar durante dos días el proyecto de documento final de la cumbre, que reunirá a decenas de jefes de Estado o de Gobierno el jueves y el viernes en la capital de Irán, que está a punto de convertirse en presidente del Movimiento durante tres años.
El documento de 200 páginas presentado a los ministros condena enérgicamente las sanciones, presiones y amenazas “unilaterales” que sufren varios países de la organización por parte de los países occidentales y sus aliados.
Sin referirse a casos específicos, el documento publicado el martes en el sitio web del MNOAL condena cualquier forma de “sanciones económicas”, “presiones políticas” o “acciones militares” unilaterales, incluidos los “ataques preventivos” con los que Irán ha sido amenazado por parte de Israel y EEUU.
El documento rechaza la “demonización” de algunos estados por parte de los países occidentales, en clara alusión a EEUU, que en el pasado acusó a Irán o Corea del Norte de ser parte del “eje del mal”.
Con respecto a la causa palestina, el documento reafirma el apoyo de los Países No Alineados a la creación de un estado palestino dentro de las fronteras internacionales de 1967 a fin de lograr una “paz justa” en Oriente Medio y condena la ocupación israelí de los territorios palestinos.
El documento pide también una democratización del Consejo de Seguridad de la ONU para reducir la influencia de las grandes potencias, especialmente EEUU, al que se acusa implícitamente de utilizar este foro para defender sus intereses políticos.
Se espera que la cumbre renueve su llamamiento a favor del desarme y la creación de zonas libres de armas nucleares, especialmente en Oriente Medio, donde Israel es el único estado de la región que cuenta con este tipo de armamento.
El documento también reafirma el derecho de todos los países a adquirir la energía nuclear con fines pacíficos.
Se espera que 35 jefes de Estado o de gobierno y delegaciones de un centenar de países participen en la cumbre que Irán espera aprovechar para demostrar el fracaso de la política occidental para aislar al país.
Entre ellos se encuentra el nuevo presidente egipcio, Mohamed Morsi, que llevará a cabo la primera visita de un jefe de estado egipcio a Teherán desde la Revolución Islámica en Irán.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también estará presente a pesar de las críticas de los EEUU e Israel. Según su portavoz, el llevará a cabo conversaciones con los líderes iraníes en los márgenes de la cumbre.