Muchos turcos parecen comprender que la política del gobierno de Erdogan hacia Siria comienza a tener efectos destructivos para el propio estado turco, que no están limitados únicamente al problema kurdo.

Tras haber contribuido su país a organizar y fomentar la sedición y rebelión armada en Siria, muchos turcos parecen comprender que la política del gobierno de Erdogan hacia Siria comienza a tener efectos destructivos para el propio estado turco, que no están limitados únicamente al problema kurdo.

Un evento ocurrido el sábado pasado en Turquía apenas ha tenido eco en los periódicos turcos, aunque ha dado pie a numerosos rumores. Se trata de una manifestación de apoyo al presidente sirio, Bashar al Assad, que tuvo lugar en la provincia turca de Hatay, limítrofe con Siria y donde reside una gran población de origen sirio.

Esta manifestación ha generado un shock en Turquía porque ella ha servido para recordar a las élites de este país que la política actual de Ankara con respecto a Siria está llena de riesgos.

Según el periódico turco Sabah, la manifestación, convocada el sábado en el marco de la Jornada Mundial de la Paz, se transformó rápidamente en una manifestación de apoyo a Assad.

Convocada por la Plataforma Anti Imperialista contra la Intervención en Siria, unas 2.000 personas se reunieron el sábado en una manifestación de apoyo a Assad y contra el partido AKP (en el poder en Turquía). Los manifestantes llevaban retratos de Assad y cantaban eslóganes en árabe como “Sacrificaremos nuestra sangre y nuestras vidas por Assad”.

La popularidad de Assad en la provincia turca en cuestión no es un secreto para nadie. Salvo aparentemente para el gobierno y algunos medios turcos.

Los manifestantes mostraron su total rechazo a las acciones hostiles del gobierno de Ankara contra Siria. Muchos de ellos advirtieron que las políticas turcas podrían llevar un día a la población de origen sirio a dejar de estar interesada en la pertenencia a Turquía.

Según diversas encuestas, la mayoría de la población turca rechaza también las políticas de Erdogan hacia su vecino. La presencia de elementos extremistas armados en las regiones turcas próximas a Siria inquietan a la población local del mismo modo que el incremento de las acciones de las guerrillas kurdas del PKK, que actúan ahora desde las regiones sirias fronterizas.