El gobierno de Netanyahu aprobó el domingo el controvertido proyecto de crear una universidad en un asentamiento de la Cisjordania ocupada en una decisión sin precedentes, contestada por medios académicos de Israel.

El gobierno de Netanyahu aprobó el domingo el controvertido proyecto de crear una universidad en un asentamiento de la Cisjordania ocupada en una decisión sin precedentes, contestada por medios académicos de Israel.

Durante una reunión del Consejo de Ministros, el primer ministro israelí estimó “importante que haya una nueva universidad en Ariel”.

Con cerca de 20.000 colonos, Ariel, situado junto a las ciudades palestinas de Ramala y Nablus, es uno de los asentamientos más grandes en Cisjordania. Está ubicado en una zona bajo administración militar israelí.

Netanyahu también afirmó que Ariel “es una parte integral de Israel y lo seguirá siendo, a pesar de un futuro acuerdo (con los palestinos), como ocurre con otros bloques de asentamientos.”

Sin embargo, a los ojos de la comunidad internacional, incluyendo los países occidentales, todos los asentamientos judíos de Cisjordania y Jerusalén Este son ilegales.

En julio, los miembros del Consejo de Educación Superior en Judea y Samaria (Cisjordania), un organismo próximo a los colonos, votaron por 11 votos contra dos el reconocimiento del centro de estudios superiores de Ariel como universidad.

Pero el Consejo de Educación Superior de la entidad sionista, que regula siete universidades israelíes, se opuso de nuevo al cambio de estatutos del centro calificando dicha decisión de “política” y presentó una apelación a la Corte Suprema de Justicia en contra de esta decisión.

Los miembros de este Consejo ya han expresado su preocupación de que el daño que pueden sufrir otras universidades israelíes a causa de la controvertida creación de una universidad en un asentamiento cuando ya se enfrentan a amenazas de boicot extranjero.

Además, el Consejo considera que el instituto Ariel no tiene el nivel suficiente para convertirse en una universidad.

Muchos eruditos e intelectuales de izquierda israelíes se manifestaron en contra de la iniciativa del gobierno de Netanyahu, que es apoyado por los colonos.

La líder del pequeño partido izquierdista Meretz, Zehava Galon, denunció las “prioridades torcidas de un gobierno de extrema derecha”, diciendo que tal decisión contribuiría a aislar un poco más a Israel en la escena internacional.