En lo que se refiere al ex general sirio, Manaf Tlass, el periodista Gérard de Villiers le dedica una frase contundente: “Es un play-boy que no vale nada”.

La obstinación de Francia de apoyar en Siria a los grupos armados terroristas y a los extremistas, que ella estigmatiza en otras partes, desde Toulouse a Mali pasando por Afganistán (salvo en los países del Golfo Pérsico) comienza a provocar interrogantes y críticas entre los analistas y entre algunos políticos, entre ellos el ex ministro de Defensa Jean-Pierre Chevènement.

En un reciente artículo publicado en Atlantico, el profesor Frédéric Pichon abogó porque Francia adopte una postura similar a la de Rusia y añadió que “los franceses y occidentales, que comprenden al fin el costo insoportable que tendría una intervención, están en realidad contentos por el veto ruso y chino, que les permite limitarse a una escalada verbal.”

“Fabius está loco”

En la revista Jeune Afrique, el periodista Gérard de Villiers, atacó también la postura del ministro de Exteriores, Laurent Fabius, hacia Siria a la que considera similar a la de su antecesor, Alain Juppé. Para De Villiers, los dirigentes sirios son “personas dignas de confianza”.

De Villiers considera que, en el tema de Siria, Francia no es más que el caniche de los norteamericanos. Él critica además la frase de Fabius de que el presidente sirio “no merece estar sobre la tierra”. “Fabius está loco,” señala De Villiers.

En lo que se refiere al ex general sirio, Manaf Tlass, que desertó con la ayuda de los servicios de inteligencia de Francia y que es presentado como un posible sucesor de Bashar al Assad por algunos medios de ese país, De Villiers le dedica una frase contundente: “Es un play-boy que no vale nada”.

Muchos periodistas franceses han denunciado también el sometimiento de Francia, desde la llegada al poder del anterior presidente Nicolas Sarkozy, a los dictados sionistas, representados por el escritor Bernard Henry-Levi, que ha buscado ejercer su influencia tanto en el gobierno de Sarkozy como en el de Hollande para promover una intervención militar en Siria.

Sin embargo, esta política ha llevado a Francia a cosechar fracasos como la pérdida de influencia en su antigua colonia y en otros países. Aunque el gobierno francés ha lanzado amenazas contra Siria, es sabido que París es completamente incapaz de llevar a cabo una intervención militar, que no cuenta tampoco con el respaldo de la población ni de sus militares.

El papel de Qatar

Un diputado del partido de derecha UMP, Lionnel Lucas, ha denunciado también recientemente la creciente influencia de Qatar, uno de los principales sostenedores de los grupos armados sirios, en la política exterior francesa.

Qatar se ha convertido en uno de los principales socios no europeos de Francia. Curiosamente, el discurso antisirio del presidente francés, François Hollande, en la ONU vino acompañado del anuncio de un acuerdo por el que Qatar invertirá casi 1.000 millones de euros en la debilitada economía francesa. Este dinero irá destinado al desarrollo de los suburbios de las ciudades francesas. Esto es, sin embargo, un testimonio de la miseria actual de la diplomacia francesa, comprada por los petrodólares de Qatar o vendida a cambio de nada al Departamento de Estado de EEUU.

Luca ha pedido, tras hacerse público el anuncio de este acuerdo entre Doha y París la creación de una comisión que estudie las acciones de Qatar en Francia. Pero no parece que tal propuesta tenga apoyos suficientes para salir adelante.