La idea de un inexorable colapso del régimen sionista de Israel ya no es un tabú y algunos responsables estadounidenses, incluyendo Henry Kissinger, hablan de que en un plazo de diez años, ya no habrá más Israel.
La idea de un inexorable colapso del régimen sionista de Israel ya no es un tabú y algunos responsables estadounidenses, incluyendo el ex prominente diplomático estadounidense Henry Kissinger, hablan de que “en un plazo de diez años, ya no habrá más Israel”.
“La declaración de Kissinger es llana y sin reservas. Él no está diciendo que Israel está en peligro, pero podría ser salvado si le fueran suministrados miles de millones de dólares en ayuda adicional y se atacara lo bastante a sus enemigos con nuestro ejército... Él no está ofreciendo una salida. Él está simplemente constatando un hecho: en el 2022, el régimen sionista dejará de existir”, dijo el columnista político Kevin Barrett en un artículo publicado en la página web de Press TV el domingo.
Él también se refirió a un informe de la Comunidad de Inteligencia de EEUU (IC), formada por 16 agencias de inteligencia estadounidenses. El informe fue publicado a principios de este año con el título “Preparativos para un Oriente Medio Post-Israel” y corrobora, según Barrett, la declaración de Kissinger.
“Las 16 agencias de inteligencia norteamericanas están de acuerdo en que Israel no puede resistir la ola gigante pro-palestina formada por la Primavera árabe, el Despertar Islámico, y el ascenso de la República Islámica de Irán”, agregó el analista.
El informe de la Comunidad de Inteligencia de EEUU señala que este último país ya no cuenta con los recursos militares y financieros “para continuar apoyando a Israel en contra de los deseos de los más de mil millones de sus vecinos” y sugiere que “EEUU tendrá que seguir sus propios intereses nacionales y dejar de apoyar a Israel”, dijo Barrett.
Teniendo en cuenta el hecho de que el judío Kissinger siempre ha sido visto como un amigo ardiente de Israel y que la mayoría de los responsables estadounidenses, entre ellos los autores del informe, están bajo la influencia del lobby pro-israelí, sus mensajes son así más notables, señala el artículo.
El artículo sostiene que la creciente “indiferencia” de los responsables estadounidenses hacia el destino del régimen israelí está basada en las siguientes causas:
• Los políticos y responsables estadounidenses “están cada vez más hartos de la intransigencia y el fanatismo israelíes”.
• Los estadounidenses sienten un “enconado resentimiento por la dominación arrogante del discurso público por parte del lobby pro-israelí”.
• La comunidad judía estadounidense ya no está unida en su apoyo a Israel.
• Se está convirtiendo en un hecho de conocimiento común en EEUU que Israel y sus agentes llevaron a cabo los atentados del 11 de Septiembre bajo una falsa cobertura.
De hecho, EEUU se está yendo a la quiebra y ha sacrificado miles de vidas en sus guerras a favor de Israel. “Dichas guerras han dañado, en lugar de ayudar, los intereses estratégicos de EEUU”, añade el artículo.
“Va a ser cada vez más fácil para los políticos estadounidenses, siguiendo las huellas de Kissinger y de las 16 agencias de inteligencia, reconocer lo obvio: que Israel ha llegado al final de su vida útil”, concluye Barrett.