Israel anunció este martes que su Marina de Guerra impedirá la llegada a la Franja de Gaza de la flotilla humanitaria internacional que navega por el Mediterráneo con rumbo a la población de ese territorio palestino.
La entidad sionista anunció este martes que su Marina de Guerra impedirá la llegada a la Franja de Gaza de la flotilla humanitaria internacional que navega por el Mediterráneo con rumbo a la población de ese territorio palestino, víctima de un estricto bloqueo israelí por aire, mar y tierra desde hace casi seis años.
La flotilla está conformada por varias embarcaciones civiles, es liderada por activistas y pacifistas de varios países y zarpó desde Italia con el objetivo de llegar a Gaza en "pocas semanas", según estiman sus organizadores.
La III Flotilla de la Libertad de la campaña “Rumbo a Gaza” zarpó desde costas de Noruega con destino a Palestina, en una embarcación cargada de ayuda humanitaria que busca llegar hasta los habitantes de la Franja de Gaza, con la esperanza de romper el bloqueo impuesto por el régimen de Israel a este enclave costero palestino.
Los activistas afirman que su "metodología es la de la no violencia" y que la carga que ellos transportan va dirigida a organizaciones de la sociedad civil, y no a grupos políticos u organizaciones armadas.
Frente a esta acción humanitaria, la Marina de Guerra israelí tendió un "cordón de seguridad" que aísla aún más a la Franja, una de las zonas más pobres y densamente pobladas del mundo, cuyos habitantes tienen que recurrir a cualquier método para subsistir.
El bloqueo impuesto por Tel Aviv sobre esta región palestina, desde 2007, impide a los ciudadanos de la zona ejercer sus principales derechos, entre ellos el derecho al trabajo, la salud, la educación y la libertad de circulación.
Dos años atrás, el 31 de mayo de 2010, el régimen Israelí atacó el buque Mavi Mármara -perteneciente a la Flotilla de la Libertad- que se dirigía a Gaza con unas 10 mil toneladas de ayuda humanitaria a bordo, asesinando a nueve civiles turcos y secuestrando las embarcaciones en aguas internacionales.
Las autoridades turcas demandaron excusas, pero las de Israel rehusaron, lo que provocó un enfriamiento de las cordiales relaciones entre ambos.
Luego, en 2011, en el marco del segundo viaje, Israel presionó al gobierno de Grecia -sumido en ese entonces en una profunda crisis económica- para que prohibiera que la Flotilla zarpara de alguno de sus puertos.