Pocas horas después del bombardeo turco contra regiones fronterizas de Siria, miles de turcos opuestos a una guerra con Siria se manifestaron el jueves en Estambul acusando Erdogan de tratar de lanzar una guerra imperialista contra Siria.
Pocas horas después del bombardeo turco contra regiones fronterizas de Siria, miles de turcos opuestos a una guerra con Siria se manifestaron el jueves en Estambul acusando al gobierno del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, de tratar de lanzar una “guerra imperialista” contra Siria. Ellos mostraron también su oposición a una moción aprobada por el Parlamento ese mismo día, que autoriza al gobierno turco a llevar a cabo acciones militares en Siria.
La multitud abucheó ampliamente el Partido de Justicia y Desarrollo (AKP islámico-conservador) de Erdogan, acusándolo de actuar como “subcontratista de EEUU” en Turquía y arrastrar al país a una “guerra imperialista” contra Siria.
“AKP saca tus pies de Siria”, “EEUU, los asesinos de Oriente Medio” y “No a la guerra”, gritaban los manifestantes congregados en la plaza de Taksim, la plaza principal de la zona europea de Estambul.
Por otro lado, la principal fuerza de oposición, el Partido Popular Republicano y el partido representativo de la minoría kurda BDP votaron en contra de la moción en el Parlamento. Además, un sondeo publicado por el diario Hürriyet demostró que el 64% de los turcos se opone a una intervención en Siria.
Disculpa o no
Mientras tanto, el embajador de Siria ante la ONU, Bashar Yafari, dijo que Siria “no busca una escalada con ninguno de sus vecinos, incluida Turquía.”
Él dijo que “el gobierno sirio ha ofrecido sus condolencias al pueblo turco, pero no se ha disculpado formalmente por el incidente, ya que la investigación está todavía en curso”.
Yafari ha negado las declaraciones realizadas por el viceprimer Ministro de Turquía, Besir Atalay, que dijo que Siria había aceptado la responsabilidad por los disparos de obuses del miércoles.
Erdogan asegura que no quiere la guerra
Por su parte, Ankara ha asegurado que no iba a ir a la guerra con su vecino, a pesar de que el Parlamento turco ha dado luz verde al gobierno para iniciar operaciones dentro de territorio sirio si lo considera necesario.
El primer ministro Erdogan ha tratado de tranquilizar a los que vieron esta autorización como un cheque en blanco que permitiría a su gobierno iniciar una peligrosa escalada militar y dijo que Turquía no tenía intención de declarar la guerra a Siria.
“Todo lo que queremos en esta región es la paz y la seguridad. Esa es nuestra intención. No tenemos la intención de iniciar una guerra con Siria”, dijo en Ankara durante una conferencia de prensa conjunta con el primer vicepresidente iraní, Mohammad-Reza Rahimi.
Erdogan hizo hincapié en el efecto disuasorio de la resolución aprobada por el Parlamento afirmando que “una de las mejores maneras de prevenir la guerra es tener un medio eficaz de disuasión”.