Rusia ha bloqueado en el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución que condenaba a Siria por un ataque que causó cinco muertos en el sureste de Turquía el miércoles.

Rusia ha bloqueado en el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución que condenaba a Siria por un ataque que causó cinco muertos en el sureste de Turquía el miércoles.

El proyecto, que circuló el miércoles por el Consejo, condenaba a Siria “en los términos más duros” por el ataque contra la ciudad turca de Akçakale y pedía el fin de las violaciones del territorio turco.

Rusia se opuso al proyecto de declaración, que no era vinculante, y propuso, en su lugar, un texto que llamaba a Siria y a Turquía a ejercitar una “contención” y reducir las tensiones en la frontera.

“Los miembros del Consejo de Seguridad han pedido a las partes que ejerciten una contención y eviten choques militares que podrían conducir a una escalada de la situación en la frontera entre Siria y Turquía”, dijo la declaración propuesta por Rusia.

Por su parte, EEUU propuso enmiendas para endurecer el texto original.
Los diplomáticos del Consejo de Seguridad dijeron que ellos continuarían negociando el texto del proyecto de declaración, en respuesta a una petición del gobierno turco a la ONU para que “adopte las acciones necesarias para detener los actos de agresión contra Turquía”.

Comisión de investigación

El portavoz ruso, Alexander Lukashevich dijo poco antes que “es importante mantener un enfoque equilibrado basado en hechos reales”. Rusia quería además que el texto tenga en cuenta la situación que prevalece en la frontera turca, donde los terroristas del Ejército Sirio Libre (ESL) tienen bases desde las que atacan el territorio sirio.

Moscú también quería que el Consejo de Seguridad aprobara otra declaración condenando el triple atentado de Alepo del miércoles dirigido contra militares y reivindicado por los grupos de oposición.

Rusia desearía también proponer una comisión de investigación sobre el incidente de Akçakale, lo que hace suponer que tiene dudas acerca del origen de los disparos de mortero que causaron la crisis. El gobierno sirio, que ha expresado sus condolencias a la familia y el pueblo turco –no al gobierno de Erdogan-, ha anunciado que creará su propia comisión de investigación.

El ministro de Exteriores ruso ha señalado que “por medio de nuestro embajador en Damasco hemos hablado con las autoridades sirias, que nos han asegurado que lo que pasó en la frontera con Turquía fue un trágico accidente y que no se repetirá”. Moscú ha transmitido a Damasco que es importante que las autoridades sirias presenten excusas de forma oficial, de estado a estado.

Lo que Moscú debería pedir a Ankara

Muchos sirios creen que Moscú debería pedir también a Ankara que cese su apoyo a los terroristas que se infiltran a través de su frontera con Siria en este último país para cometer atentados. En realidad, lo que ha pasado en Akçakale no es más que la consecuencia directa de la complicidad del gobierno turco con los rebeldes, que en Tal al Abyad y otras partes combaten al Ejército desde su santuario turco. Las imágenes de televisión muestran que los combates tienen lugar a sólo una decena de metros de la línea de demarcación, una distancia que no es nada para una bala o un obús.

Si, como se espera, el ejército sirio, después de haber limpiado Alepo de terroristas, emprende una campaña para acabar con la presencia de estos últimos en la región fronteriza, tales incidentes podría repetirse, ya que los combates se aproximarían de manera inevitable a la frontera turca. Hace falta, pues, tener en cuenta esta actitud incendiaria del gobierno de Erdogan frente a Siria y pedirle responsabilidades.

Es de esperar que la diplomacia rusa sea consciente de estas realidades estratégicas e intervenga ante Turquía para dejarle claro que su actitud es inaceptable desde el punto de vista del Derecho Internacional.