Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades saudíes que detengan el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes que protestan contra el régimen.
Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades saudíes que detengan el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes que protestan contra el régimen.
“Las autoridades saudíes deben poner fin a sus repetidos intentos de sofocar las protestas en contra de las numerosas detenciones arbitrarias en el país”, dijo el director para Oriente Medio y el Norte de África de AI, Philip Luther, el martes.
“El derecho de las personas a la protesta pacífica debe ser respetado y las fuerzas de seguridad deben abstenerse de detener o usar la fuerza de una forma excesiva contra personas que ejercen tal derecho,” dijo Luther.
La declaración de Amnistía Internacional viene como reacción a una amenaza reciente del régimen de la familia Al Saúd de adoptar “medidas firmes” contra las protestas que se celebran para exigir la liberación de los presos políticos.
El 11 de octubre, el Ministerio del Interior saudí advirtió al público en contra de la realización de manifestaciones en apoyo a los presos y advirtió que tomaría “medidas firmes” contra los que participen en tales eventos.
Las autoridades saudíes hacen frente a un aumento de las protestas en contra de las detenciones arbitrarias y a demandas generalizadas para la puesta en libertad de los presos políticos.
Según la Asociación Saudí de Derechos Civiles y Políticos, hay cerca de 30.000 presos políticos en el reino.
Desde febrero de 2011, ha habido manifestaciones de forma casi diaria en Arabia Saudí, principalmente en la región de Qatif y en la ciudad de Awamiyah, en la Provincia del Este. Los manifestantes han exigido la liberación de todos los presos políticos, la libertad de expresión y de reunión, y el final de la discriminación generalizada que sufren los shiíes en el país.
Sin embargo, las manifestaciones han acabado por convertirse en protestas contra el represivo régimen de los Al Saúd, especialmente desde noviembre de 2011 cuando fuerzas de seguridad saudíes mataron a cinco manifestantes e hirieron a muchos otros en la provincia.
La policía saudí hace arrestos al azar de personas que le parecen sospechosas. Los detenidos suelen pasar años entre rejas sin que sea formulada contra ellos ningún tipo de acusación.
Según otra organización pro-derechos humanos, Human Rights Watch, el régimen saudí “reprime de forma rutinaria” cualquier expresión crítica hacia el gobierno.