La posible entrega de sistemas de misiles antiaéreos de corto alcance (SATCP) a los rebeldes sirios por parte de EEUU sería un hecho muy peligroso, declaró el jueves el portavoz del Ministerio ruso de Exteriores.

La posible entrega de sistemas de misiles antiaéreos de corto alcance (SATCP) a los rebeldes sirios por parte de EEUU sería un hecho muy peligroso, declaró el jueves el portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, Alexander Lukachevitch.

“Esto equivaldría de hecho a armar a terroristas internacionales, según el New York Times, puesto que los responsables oficiales estadounidenses saben perfectamente que la mayoría de las armas entregadas a la oposición acaban en manos de grupos extremistas,” dijo Lukachevitch.

Según él, esta información merece la mayor atención teniendo en cuenta la destrucción de dos helicópteros militares gubernamentales por los rebeldes sirios y su amenaza de abatir aviones civiles en el espacio aéreo del país.

Por su parte, el periódico estadounidense Wall Street Journal recoge las revelaciones de un responsable de la Administración estadounidense que afirmó estar “preocupado por la proliferación de armas antiaéreas”, porque estas últimas serían susceptibles de “caer en las malas malos”, es decir, en la de grupos terroristas.

En otro artículo publicado en el New York Times esta semana se afirma también que las entregas de armas pagadas por las monarquías del Golfo van a parar a las manos de “grupos islamistas radicales”. “Los grupos de oposición que reciben lo esencial de la ayuda son exactamente los que no queremos que la tengan”, dijo al NYT un diplomático bajo la cobertura del anonimato.

Algunos expertos estadounidenses temen que Al Qaida pueda utilizar tales armas contra aviones civiles en EEUU, Europa o África.

Este temor también explicaría por qué la CIA y el Pentágono han reforzado su presencia en la zona fronteriza turca, cercana a Siria. Cada semana, dos o tres cargamentos de armas llegan a los puertos turcos en barcos provenientes de Libia y Líbano.

Por su parte, Lukachevitch ha añadido que Moscú considera a EEUU un socio de importancia en los esfuerzos dirigidos a arreglar el conflicto sirio y que espera acciones responsables de su parte.

Al mismo tiempo, el viceprimer ruso, Dimitri Rogozin, ha estimado que si tales envíos de armas dirigidos a Siria continúan, la famosa “Primavera Árabe” acabará por combatirse en un “caluroso verano que no gustará a nadie”.

Muchos esperan ahora que Rusia entregue a Siria contramedidas dirigidas a neutralizar los misiles portátiles.

Fue, sin duda, una de estas armas, pagadas por Qatar o donadas por el Consejo Nacional de Transición libio, y transferidas a Siria con la complicidad de Erdogan, la que costó la vida al piloto sirio, Mohammad Abud, y a otros. Sin embargo, este hecho podría obligar a los aviones a atacar desde mayor altura y, también con menos precisión, a los rebeldes que buscan entremezclarse con la población civil para protegerse.