En un momento en el que el pueblo de Bahrein sufría la muerte y el terror por haber osado reclamar reformas en el reino, los occidentales han pedido contención en Bahrein.
En un momento en el que el pueblo de Bahrein sufría la muerte y el terror por haber “osado” reclamar reformas en el reino, los occidentales han pedido “contención” en Bahrein.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, apeló el martes a las monarquías del Golfo Pérsico a mostrar “contención” en Bahrein durante un encuentro con su homólogo de los Emiratos Árabes Unidos.
Un portavoz de la Casa Blanca, Tommy Vietor, afirmó que el famoso secretario de Estado adjunto norteamericano para Oriente Medio, Jeffrey Feltman, se halla en la actualidad en Manamá.
Según Vietor, “Feltman va a animar a todas las partes a iniciar un diálogo creíble”.
Por su parte, el Pentágono ha autorizado al personal civil no esencial del cuartel general de la V Flota estadounidense, con sede en Manamá, y sus familiares que abandonen Bahrein en caso de que se agrave la situación allí.
EEUU ha advertido igualmente a sus ciudadanos pidiéndoles que no visiten Bahrein o, en el caso de que residan allí, que abandonen el país.
El gobierno británico, por su parte, pidió “al conjunto de las partes” en Bahrein que hagan prueba de “moderación”. Asimismo, también pidió a sus ciudadanos que abandonen el país lo antes posible y prometió ayuda a aquellos que tengan necesidad de ser evacuados.
Por su parte, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, calificó de “justificable” la intervención militar de los países del Golfo en Bahrein.
Sin embargo, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, hizo sonar la voz de alarma. Él condenó el martes la intervención extranjera en Bahrein, poniendo en guardia contra sus repercusiones nefastas.
Erdogan dijo, por otra parte, que temía una nueva tragedia de Kerbala en Bahrein, donde el pueblo oprimido hace frente a los ataques de tropas extranjeras.
Él añadió que su gobierno estaba en contacto con todas las partes a fin de hallar una solución a la crisis de Bahrein.
En este contexto, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Ali Akbar Salehi, habló este miércoles por teléfono con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al que pidió una intervención rápida para detener la violencia en Bahrein.
Salehi contactó igualmente con la Organización de la Conferencia Islámica. Esta última ha reclamado a Ki-moon también una acción rápida en Bahrein.
La Maryaia, la más alta institución religiosa en Iraq, ha pedido a los sabios islámicos que intervengan para proteger al pueblo de Bahrein.