El viernes, Pekín llevó a cabo unas maniobras navales en el Mar de la China Oriental, escenario de un aumento de las tensiones por causa de unas islas deshabitadas que son objeto de una disputa territorial entre China y Japón.
El viernes, Pekín llevó a cabo unas maniobras navales en el Mar de la China Oriental, escenario de un aumento de las tensiones por causa de unas islas deshabitadas que son objeto de una disputa territorial entre China y Japón.
Once buques, incluyendo varios de guerra, y ocho aviones van a participar en estos ejercicios, informó en la noche del jueves la agencia oficial Xinhua (Nueva China).
Las maniobras, que durarán un solo día, tienen por objeto mejorar la preparación de China “para defender su soberanía territorial y sus intereses marítimos”, según un comunicado de la Flota China del Este, una de las tres principales flotas del Ejército Popular de Liberación (EPL).
En Tokio, el jefe del gabinete japonés, Osamu Fuyimura, se negó a realizar comentarios sobre estas maniobras, pero dijo que Japón seguiría “vigilando” los movimientos chinos.
La tensión chino-japonesa ha aumentado drásticamente después de la nacionalización por parte de Japón, a principios de septiembre, de las Islas Senkaku en el Mar Oriental de China, que administra Tokio, pero que Pekín reclama con fuerza y denomina Diaoyu.
La Marina china realiza regularmente maniobras al oeste del Océano Pacífico, al igual que otros países, y Pekín repite a menudo que estos ejercicios son “rutinarios” y no se dirigen contra ningún país en particular.
Las maniobras chinas son consideradas a menudo como una respuesta a los ejercicios aeronavales realizados por EEUU y Japón, EEUU y Filipinas y EEUU y Corea del Sur. Estos últimos han sido interpretados como una advertencia a Pekín y Pyongyang.
Pekín critica regularmente las maniobras militares organizadas conjuntamente por Washington y los países asiáticos, afirmando que pueden agravar “las tensiones regionales”.