El ataque mortal que afectó a la zona a la Plaza de Sassin en Achrafieh, en pleno corazón de Beirut, se cobró la vida del jefe de la Oficina de Información de las Fuerzas de Seguridad Interna (FSI), general Wissam Hassan.
El ataque mortal que afectó a la zona a la Plaza de Sassin en Achrafieh, en pleno corazón de Beirut, se cobró la vida del jefe de la Oficina de Información de las Fuerzas de Seguridad Interna (FSI), general Wissam Hassan.
Al menos ocho personas murieron y 86 resultaron heridas en el ataque, debido a la explosión de un coche bomba (12:00 GMT).
El primer ministro, Nayib Mikati, declaró el sábado un día de luto nacional.
Carreteras cortadas y neumáticos quemados
En protesta por el asesinato del general Hassan, partidarios del Movimiento del Futuro quemaron neumáticos y cortaron calles en Beirut, Saida (Sur), y Taanayel Saadnayel (Bekaa), Trípoli, Akkar, Kura, y otros en el norte el país.
Se registraron incluso enfrentamientos en los barrios de Bab el-Tebbané y Baal Mohsen, de Trípoli.
Hezbolá: un nuevo intento de desestabilizar
Hezbolá condenó el “crimen atroz” y dijo que se trataba de “un nuevo intento de desestabilizar la paz y la unidad nacional”.
El partido llamó a las autoridades de seguridad y judiciales “a desplegar los máximos esfuerzos para enjuiciar a los perpetradores de este crimen”.
El Futuro acusa al presidente Assad
El jefe del pro-occidental Movimiento del Futuro, Saad Hariri, las Fuerzas del bloque del 14 de Marzo y el jefe del Partido Socialista Progresista (PSP), Walid Yumblatt, rápidamente acusaron al presidente sirio, Bashar al-Assad, de haber ordenado el asesinato general Wissam al-Hassan.
Las Fuerzas 14 de Marzo han aprovechado esta oportunidad para pedir la dimisión del gobierno de Nayib Mikati, respaldado por el bloque del 8 de Marzo. “El mantener ese gobierno proporciona la mayor protección y cobertura a esta conspiración criminal”, afirmaron.
Por su parte, Yumblatt instó a los libaneses de no caer en la “trampa de los patrocinadores de este atentado”, que buscan “sumergir a Líbano en el caos.”
Reacciones internacionales
En Siria, el ministro de Información, Al Umran Zohbi, denunció el atentado como “un acto condenable cobarde y terrorista”. “Estos ataques terroristas son injustificables, dondequiera que ocurran”, dijo el ministro, citado por la agencia oficial de noticias SANA.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, condenó la “explosión terrorista perpetrada por aquellos que tratan de crear divisiones entre los diversos grupos libaneses en detrimento de los intereses de Líbano”.
“Sin lugar a dudas, el principal enemigo del pueblo libanés es el régimen sionista, que se beneficia más que nadie de la inestabilidad y la falta de seguridad en la región”, agregó Mehmanparast.
Asimismo, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, acusó a “los enemigos de la región” de “tratar de aumentar la inseguridad con el fin de lograr sus objetivos maliciosos”, durante una entrevista telefónica el viernes por la noche con su homólogo libanés, Adnan Mansur, según el sitio web del ministerio.
A nivel internacional, el Consejo de Seguridad de la ONU “condenó enérgicamente el ataque terrorista" de Beirut e instó a los libaneses a “mantener la unidad nacional”.
En un comunicado, los 15 países miembros del Consejo subrayaron la necesidad de “enjuiciar a los responsables, organizadores y financiadores del crimen” y declararon su determinación de apoyar los esfuerzos del gobierno libanés en este sentido.