El ministerio de Información sirio presentó hoy una amplia y documentada denuncia sobre cómo es tergiversada la crisis en el país por medios de prensa y círculos políticos occidentales.
El ministerio de Información sirio presentó hoy una amplia y documentada denuncia sobre cómo es tergiversada la crisis en el país por medios de prensa y círculos políticos occidentales.
El documento, al que accedió Prensa Latina, señala que esta nación del Levante enfrenta una gran campaña y agresión informativa sustentada en el engaño y en acciones muchas veces fabricadas y difundidas por los grandes medios árabes y extranjeros.
Esos canales, precisa el texto, fueron reclutados como portavoces informativos de los grupos terroristas armados para difundir sus ataques, fabricar masacres que achacan al gobierno y difamar de las autoridades y el Ejército Árabe Sirio.
En ese sentido, las bandas armadas adoptaron el terrorismo y la violencia como herramienta para alcanzar los objetivos diseñados y apoyados desde el exterior contra el Gobierno y el pueblo sirio, indica el informe ministerial.
Las acciones y daños contra diferentes sectores del país aparecen expuestas en el material. Por ejemplo, en el campo de la educación más de mil 700 escuelas fueron destruidas y asesinados más de 40 maestros, precisa.
En el área de la salud pública la información sostiene que 25 hospitales y 132 centros de atención médica salieron de servicio a causa de acciones de los grupos irregulares.
El ministerio de Información llama la atención de que coincidiendo con las sanciones económicas aprobadas por Occidente contra Siria, fuera del marco de la ONU, se produjo un incremento de los sabotajes terroristas contra los sectores de servicio e infraestructuras locales.
Durante mucho tiempo algunas acciones y masacres en el país se cometieron paralelamente o poco antes de reuniones del Consejo de Seguridad de la ONU, reuniones de la Asamblea General o del Consejo de Derechos Humanos sobre Siria.
Llama la atención, indica, la rápida condena de algunos países occidentales y árabes, evidenciando la coordinación existente para culpar al Gobierno sirio de esos hechos y buscar apoyo para una intervención militar contra este país.
El documento expone que un combate en Altremseh, en la provincia de Hama, a 209 kilómetros al norte de la capital, fue presentado en Occidente como una masacre cometida por fuerzas gubernamentales.
En ese enfrentamiento, aclara, murieron 37 integrantes de las bandas fuertemente armados y dos civiles y la propia misión de la ONU en Siria verificó en el terreno que no fue una masacre.
Masacres cometidas por los grupos irregulares en al-Houla, en la provincia de Homs, a 162 kilómetros al norte de la capital, en Alkbeir, en la provincia de Hama, fueron objeto de una amplia divulgación en el exterior pero atribuyendo los hechos a las autoridades.
Los medios y gobiernos occidentales se apartaron de las condenas a los atentados terroristas y si lo hicieron fue para no evidenciar su complicidad, como ocurrió con el atentado del 10 de mayo de 2012 en Qassaa, que causó 55 muertos y más de 300 heridos, o el de Dawar Aljamarek, que mató a 27 personas, entre otros ejemplos, plantea ministerio de Información.
El informe señala que al parecer las mentiras y fabricaciones de hechos mediáticos no fueron suficientes en el plan para destruir a Siria, y algunos actores recurren ahora a cortar el acceso de los medios sirios a los canales satelitales donde divulgaban su información de lo que acontece en el país.