Por segunda noche consecutiva, el régimen israelí mantiene ataques aéreos sobre la Franja de Gaza, bombardeando este territorio el miércoles y ocasionando la muerte de al menos seis palestinos.
Por segunda noche consecutiva, el régimen israelí mantiene ataques aéreos sobre la Franja de Gaza, bombardeando este territorio hasta en cuatro ocasiones en las primeras 12 horas del miércoles y ocasionando la muerte de al menos seis palestinos, según los últimos reportes ofrecidos por medios árabes, desde donde esperan el número de víctimas aumente.
Adicionalmente, los ataques con cohetes israelíes también han provocado más de una decena de heridos, algunos de ellos en estado de gravedad, según datos ofrecidos por la agencia oficial palestina, Wafa.
La última de las víctimas mortales es Mohamed Sheij Jalil, de 23 años, tras un bombardeo aéreo israelí al noreste de la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza.
También fallecieron dos palestinos que transitaban por el barrio Al-Salatin de Beit Lahia, cuando fueron súbitamente alcanzados por un proyectil que causó gran estruendo en la zona. Mientras
Los enfrentamientos transfronterizos se incrementaron el día martes, cuando una bomba causó heridas a un soldado israelí que participaba en una patrulla junto a la valla de separación.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina se reivindicó este atentado. A través de un comunicado, el movimiento Hamas señaló que dicho ataque se llevó a cabo mientras las tropas israelíes estaban montando una incursión en Gaza.
La agencia iraní Press TV reporta que cuatro cohetes fueron disparados desde Gaza sobre el sur de Israel, pero sin causar víctimas ni daños significativos.
El ejército israelí con frecuencia ejecuta ataques aéreos contra la Franja de Gaza, alegando que las acciones se llevan a cabo con fines defensivos. Sin embargo, una fuerza desproporcionada se utiliza siempre, en violación del derecho internacional, y los civiles a menudo son los asesinados o heridos.
Gaza se encuentra bloqueada por aire y tierra desde el año 2007, situación que ha provocado un descenso del nivel de vida, además de niveles de desempleo y pobreza sin precedentes.
El régimen sionista le niega a unos 1,7 millones de palestinos en Gaza sus derechos fundamentales, como libertad de movimiento, trabajos remunerados, educación y una atención sanitaria adecuada.