Un nuevo informe afirma que las relaciones comerciales entre Irán y Alemania están en auge, a pesar de las sanciones impuestas contra la República Islámica por EEUU y la Unión Europea.
Un nuevo informe afirma que las relaciones comerciales entre Irán y Alemania están en “auge”, a pesar de las sanciones impuestas contra la República Islámica por EEUU y la Unión Europea.
El Jerusalem Post informó el domingo que las exportaciones de Alemania a Irán han superado los 25.000 millones de Euros desde que Mahmud Ahmadinejad tomó posesión del cargo de presidente de Irán en 2005.
Citando una reseña sobre el comercio germano-iraní de la Oficina de la República Federal de Estadísticas en Wiesbaden, el informe indica que las cifras no tienen precedentes en la historia de las relaciones comerciales bilaterales entre Irán y Alemania, ni siquiera antes de la Revolución Islámica de 1979.
La reseña, que abarca los años 1950 a 2011, muestra que las exportaciones anuales de Alemania a Irán llegaron a 3.780 millones de euros en 2009 y 2010. En 2011, las exportaciones alemanas a Irán dejaron unos beneficios de 3.080 millones de euros a las empresas alemanas.
El diario israelí señaló que el florecimiento de las relaciones comerciales bilaterales entre Alemania y la República Islámica ha sido una fuente de frustración e ira para Israel, Reino Unido, Francia y EEUU, que intentan imponer duras sanciones económicas contra el país.
El informe añade que, a pesar de las presiones de esos países, los legisladores alemanes no han aprobado sanciones económicas unilaterales contra Irán.
El crecimiento de las relaciones comerciales bilaterales entre Alemania y la República Islámica es otra prueba del fracaso de las ilegales sanciones impuestas por EEUU y algunos países europeos contra Irán.
A principios de 2012, EEUU y la Unión Europea impusieron sanciones a Irán en los sectores petrolífero y financiero con el objetivo de evitar que otros países compraran petróleo iraní y realizaran transacciones con el Banco Central de Irán. Las sanciones entraron en vigor en el verano 2012.
El 15 de octubre, los Ministros de Relaciones Exteriores de la UE alcanzaron un acuerdo para aprobar otra ronda más de sanciones contra Irán.
Las sanciones, promovidas por EEUU, han sido impuestas en base a la alegación infundada de que Irán está persiguiendo objetivos no civiles con su programa de energía nuclear.
Irán rechaza la acusación, argumentando que, como signatario del Tratado de No Proliferación y miembro del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), tiene el derecho a utilizar la tecnología nuclear para fines pacíficos.
