Según el diario israelí Yediot Ahronot, los altos responsables de la escena política israelí están mirando con atención los resultados de las elecciones norteamericanas.
Según el diario israelí Yediot Ahronot, “los altos responsables de la escena política israelí están mirando con atención los resultados de las elecciones norteamericanas porque, según sus estimaciones, la identidad del presidente electo estadounidense influirá en las elecciones israelíes, especialmente dado que Netanyahu, quien ha apostado abiertamente por la victoria de Romney, teme una victoria Obama porque éste podría intentar vengarse de él.”
El periódico señaló que “el entorno de Obama ha acusado a Netanyahu de intervenir groseramente en las elecciones norteamericanas. Durante el tercer debate entre Romney y Obama, este último sugirió que la visita de Romney a Israel había sido diseñada para recaudar fondos”. “Por su parte, Romney prometió que si gana las elecciones presidenciales, su primera visita internacional será a la entidad sionista”.
Según las estimaciones de los políticos israelíes, la ira que prevalece en el equipo de Obama contra Netanyahu es tan grande que Obama intentará evitar ver a Netanyahu e incluso no dudará en sabotear la campaña electoral de este último”.
El periódico israelí añade que “Netanyahu teme que tan pronto como sea elegido, Obama no vacile en criticar la política de Netanyahu durante la campaña electoral israelí hasta el punto de causar su derrota.” “También se muestra nervioso por la posibilidad de que Obama deje de apoyar a Israel en las sesiones de voto internacional que buscan condenar la política que la entidad sionista lleva a cabo en los territorios palestinos”.
El diario basa sus especulaciones en las palabras de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que dijo que “después de las elecciones israelíes, habrá una verdadera oportunidad para relanzar las negociaciones de paz entre Israel y los palestinos”. Clinton también dijo que “la Administración Obama hará prueba de una mayor actividad (en este tema) si Obama gana un segundo mandato”.
Dicho esto, el diario señaló que “a pesar de la tensión y la inquietud existente en el entorno de Netanyahu, algunos de sus asesores creen que las relaciones entre EEUU e Israel no se verán afectadas por la tensión en las relaciones personales entre Netanyahu y Obama”. Ellos argumentan que Obama es un hombre frío que sabe donde radican sus intereses, por lo que si considera que no existe esperanza en el logro de una solución o un compromiso entre Israel y los palestinos no hará un gran esfuerzo para iniciar las negociaciones entre las dos partes”.
Por último, el diario concluye que “la cuestión iraní seguirá siendo el mayor punto de discordia entre EEUU e Israel,” porque si Obama es relegido seguirá oponiéndose a un ataque militar de Israel contra Irán”.