Es indudable que las elecciones presidenciales estadounidenses han despertado un gran interés a nivel internacional, pero ciertamente no tanto para los árabes, especialmente los palestinos.
Es indudable que las elecciones presidenciales estadounidenses han despertado un gran interés a nivel internacional, pero ciertamente no tanto para los árabes, especialmente los palestinos.
La apatía de los palestinos hacia los resultados de las elecciones norteamericanas tiene que ver con la posición histórica de Washington hacia la entidad sionista y su apoyo total a la seguridad de esta última así como su indiferencia, e incluso oposición, a los derechos del pueblo palestino reconocidos a nivel internacional.
Durante más de seis décadas, EEUU ha apoyado diplomáticamente, militarmente y financieramente a Israel.
Así, el experto palestino Mujaimer Abu Saada, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Avisek de Gaza, señala que “es improbable que los resultados de las elecciones en EEUU aporten alguna novedad a la causa palestina y el conflicto palestino-israelí. EEUU es un estado de instituciones y el lobby sionista influye enormemente en estas instituciones y es quien define la política exterior estadounidense con respecto a Oriente Medio”.
Por lo tanto, incluso aunque el “Presidente Obama pudiera liberarse en los próximos cuatro años de cualquier presión o influencia del lobby judío, sería difícil para él el obligar a Israel a detener su política de colonización y respetar las resoluciones de la ONU”.
Según un miembro del Comité Central del Frente Popular para la Liberación de Palestina, Gemayel Muzher, “es ilógico confiar en que EEUU vaya a adoptar una posición justa”. Él añadió que “la postura de los partidos Demócrata y Republicano hacia Israel no difiere”.
“Las sucesivas administraciones estadounidenses, republicanas y demócratas, mantienen una firme postura de apoyo a la ocupación israelí y una actitud de parcialidad total hacia la entidad sionista... La propia Administración Obama ha preferido alinearse con los ocupantes israelíes y ha contribuido a ocultar sus prácticas en Gaza y Cisjordania. Por lo tanto, no es posible confiar en ninguno de los dos (candidatos)”.
Al mismo tiempo, el viceministro de Relaciones Exteriores israelí, Dani Aalon, ha manifestado que “Israel continuará disfrutando del apoyo de los dos partidos estadounidenses” y agregó que “es poco probable que el presidente Obama presione a Tel Aviv para el reinicio de las negociaciones de paz”.