La mayoría de los alemanes rechaza el anunciado despliegue de misiles Patriot de la OTAN en la frontera entre Turquía y Siria, reveló un sondeo de la encuestadora Infratest-Dimap para el canal público de ARD.
La mayoría de los alemanes rechaza el anunciado despliegue de misiles Patriot de la OTAN en la frontera entre Turquía y Siria, reveló un sondeo de la encuestadora Infratest-Dimap para el canal público de televisión ARD.
El 59 por ciento de los entrevistados dijo no estar de acuerdo con la participación de Alemania en la operación de la Alianza Atlántica en territorio turco, frente a un 36 por ciento a favor.
Según reportes de medios locales, hasta la semana pasada en ningún grupo parlamentario de la Cámara Baja existía una mayoría para el envío de los sistemas de defensa del Ejército.
A pesar del rechazo, el gobierno alemán instó a los diputados de los partidos gubernamentales a aprobar el despliegue para alcanzar mayoría.
Los socialistas del Partido de la Izquierda rechazan el envío de los misiles, mientras Los Verdes vinculan su aprobación a exigencias políticas.
"El gobierno de la canciller Angela Merkel prometió de inmediato el despliegue de los sistemas de misiles Patrios sin consultar el parlamento", criticó el diputado socialista Wolfgang Gehrcke.
El portavoz del grupo socialista para la política exterior calificó la postura de Merkel como irresponsable, subrayando la reserva parlamentaria en estos casos.
La semana pasada altos funcionaros de Los Verdes, como el diputado federal Wolfgang Wieland, consideraron "innecesaria" la instalación de las baterías de misiles de la OTAN en Turquía.
Sin embargo, el jefe de la bancada de esa formación, Juergen Trittin, dejó entrever la posibilidad de dar el visto bueno "si se nos garantiza que no se desarrollarán operaciones militares en el territorio sirio".
Trittin comentó que Los Verdes podrían aprobar la participación en la misión militar contra Siria a pesar de que "no queremos que Alemania se involucre" en el conflicto, dijo.
Según la prensa turca, Ankara instalará seis baterías de misiles en al menos dos provincias fronterizas, lo cual es visto por analistas como la antesala de una guerra que serviría de pretexto a una posterior intervención militar en Siria sobre la base de una supuesta crisis humanitaria.
