Es difícil determinar el número de palestinos que llegaron a Nicaragua en las primeras décadas del siglo XX.
Es difícil determinar el número de palestinos que llegaron a Nicaragua en las primeras décadas del siglo XX. Los registros son escasos y confusos, pero se acepta que desde finales del s. XIX hasta finales de la Primera Guerra Mundial, unas 40 familias palestinas llegaron al país centroamericano. En la actualidad, se considera que hay 500 descendientes de palestinos en Nicaragua.
Los palestinos que llegaron a Nicaragua procedían en general de zonas rurales y aldeas próximas a Ramalá, Jerusalén, Beit Yala y Belén. La mayoría de ellos era cristianos, pero había también musulmanes, como sucedió en el caso de las familias Hasan y Abdallah.
Pese a provenir de zonas rurales y al igual que sucedió en otros países latinoamericanos, la mayoría de estos inmigrantes se dedicaron al comercio, principalmente en los sectores textil y del calzado. Ellos se asentaron en las principales ciudades latinoamericanas como Managua, Granada y Masaya. Sólo una minoría se dedicó a la agricultura, en especial en Sabana Grande, donde cultivó algodón y algunos tipos de frutas. Otros palestinos participaron en actividades industriales, en especial en la rama textil.
Los palestinos de la segunda generación se convirtieron en profesionales y disponían ya de la nacionalidad nicaragüense. Cabe mencionar, por ejemplo, aquí a Musa Hasan, que ocupó el cargo de decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Nicaragua. También hubo prestigiosos médicos y neurocirujanos como es el caso de los prestigiosos doctores Jacobo Marcos Frech, Moisés Hasan o Amin Hasan, y escritores como la poetisa Suad Marcos Frech.
El 15 de Mayo de 1958 fue creado el Club Árabe por un grupo de palestinos y un número más reducido de sirios y libaneses. Además de servir de foro de actividades sociales, esta entidad permitió la preservación de una cierta identidad cultural.
Paralelamente, muchos palestino-nicaragüenses viajaron a Palestina con el fin de empaparse de la cultura palestina, ganar conciencia de los derechos del pueblo palestino y los efectos de la ocupación israelí y aprender la lengua árabe.
El colectivo palestino-nicaragüense participó también activamente en la política local. Algunos miembros de la segunda generación, como Selim y Alberto Shibli, intervinieron directamente en la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza Debayle y al lado de los sandinistas, que tomaron el poder en junio de 1979. Cabe citar el importante papel de la ya mencionada escritora Suad Marcos Frech en la Revolución Sandinista.
Algunos descendientes de palestinos, como Musa Hasan, ocuparon cargos importantes en la Junta de Gobierno sandinista. Otros ocuparon cargos ministeriales, como sucedió en los casos de Jacobo Marcos Frech, que llegó a ser ministro de Salud; Carlos Zarruck, ministro de Defensa; y James Zablah, ministro de Economía.
Los sandinistas abrieron por primera vez una delegación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Nicaragua, que se ha mantenido hasta la fecha, representando luego a la Autoridad Palestina desde su creación en 1993. Paralelamente, Nicaragua ha adoptado una postura de apoyo al pueblo palestino, que le llevó a reconocer oficialmente al Estado de Palestina en septiembre de 2011 y a apoyar su entrada en la ONU como nuevo miembro.