Bashar Yaafari afirmó que el pueblo sirio quiere construir una democracia creada en Siria y nacida de la experiencia siria y no quiere un régimen salafista sanguinario y sectario impuesto desde el exterior a través de la violencia armada.
Bashar Yaafari, representante permanente de la República Árabe Siria ante las Naciones Unidas, afirmó que el pueblo sirio quiere construir una democracia creada en Siria y nacida de la experiencia siria y no quiere un régimen salafista sanguinario y sectario impuesto desde el exterior a través de la violencia armada.
En una declaración de la República Árabe Siria realizada durante la reunión de la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU dedicada a discutir un proyecto de resolución titulado: “Promoción y Protección de los Derechos Humanos en Siria ”, Yaafari dijo que el proyecto de resolución presentado no surge de buena voluntad ni refleja un interés genuino sobre los derechos humanos en Siria, ya que responsabiliza al gobierno sirio de las consecuencias de lo que ocurre en ese país sin dirigir ninguna condena o crítica a los grupos armados terroristas y a los estados que manipulan a estos grupos.
Yaafari aclaró que desafortunadamente algunas delegaciones intentan aprovechar la realización de la Tercera Comisión para imponer sus objetivos políticos, que se contradicen con las disposiciones de la Carta y los principios del Derecho Internacional. Tales actividades alejan a la Comisión de la consecución de sus objetivos de carácter social y humanitario.
El delegado sirio continuó diciendo que el delegado qatarí, que habló en nombre de los patrocinadores principales del proyecto de resolución -Qatar, Arabia Saudí y Marruecos-, dijo que aspira a una sociedad siria basada en los principios de la justicia, la igualdad, la no discriminación, la democracia y el imperio de la ley. “Nosotros estamos de acuerdo con él y aseguramos a todos que Siria está comprometida con el logro de esos nobles objetivos, y que el pueblo sirio quiere construir una democracia hecha en Siria y que responda a sus necesidades. Los sirios no desean una democracia sangrienta, sectaria, salafista y comprada por los petrodólares, impuesta desde el exterior a través de la violencia armada y la incitación del sectarismo”.
El diplomático sirio en la ONU añadió que el pueblo sirio quiere construir una sociedad de justicia e igualdad lejos de la injerencia externa de estados como Qatar y Arabia Saudí que no tienen nada que ver con los derechos humanos y que violan los derechos más básicos de igualdad entre los sexos y entre los ciudadanos. En esos países no existen parlamentos y tampoco cuentan con gobiernos democráticos ni con la presencia de la oposición.
Yaafari aclaró que Qatar y Arabia Saudí no son parte en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos mientras que Siria se unió a dicho Pacto en 1969, es decir antes de que Qatar obtuviera la independencia de la ocupación británica.
“El proyecto de resolución no habla ni en un solo párrafo la necesidad de detener la violencia y desarmar a los grupos terroristas armados. Tampoco hace alusión a la necesidad de sentarse a la mesa de diálogo nacional para resolver la crisis y alcanzar una solución pacífica a la misma en base al plan de seis puntos de Kofi Annan, la Declaración de Ginebra y la Misión de Brahimi”, explicó Yaafari.
Por otro lado, Yaafari dijo que él hizo circular en nombre del gobierno sirio hace unos días, una carta oficial a los miembros del Consejo de Seguridad, al secretario general y al presidente de la Asamblea General, la cual contiene los nombres de 143 terroristas extranjeros muertos en los combates de Alepo, incluyendo libios, tunecinos, saudíes y qataríes, etc.
SANA