Si las confirmaciones sobre la aparición de un caza chino J-21 de quinta generación se confirman, China se convertirá en el único país del mundo en desarrollar de forma simultánea dos programas de cazas.
Si las confirmaciones sobre la aparición de un caza chino J-21 de quinta generación se confirman, China se convertirá en el único país del mundo en desarrollar de forma simultánea dos programas de cazas de quinta generación. Ni EEUU ni Rusia han podido poner en marcha un programa de tanta amplitud. En cuanto a la Unión Europea, sus empresas militares han decidido renunciar al desarrollo de un caza de quinta generación.
La imagen del segundo prototipo de caza chino de quinta generación apareció el miércoles en Internet. Según los expertos, el aparato fue diseñado para demostrar el progreso técnico-militar de China en vísperas del XVIII Congreso del Partido Comunista de China. En un futuro cercano, los usuarios de Internet tendrán más información sobre este avión de combate, desarrollado por la Shenyang Aircraft Corporation, y habrá una presentación oficial del avión por parte de las autoridades chinas. Luego, los periodistas recibirán información sobre su primer vuelo.
Se trata exactamente del mismo escenario en el que se reveló la información sobre el primer programa de caza de quinta generación chino. Este avión ha sido bautizado J-20 y ha sido diseñado por el Chengdu Aircraft Industry Group (CAC).
Las empresas de construcción aeronáutica Chengdu y Shenyang son los dos principales centros de producción de cazas de la República Popular China. Ambas son subsidiarias de la Corporación de la Industria de Aviación de China (AVIC). El director ejecutivo del grupo, Lin Zuomin, ha celebrado la unificación estratégica de diferentes plantas del mismo grupo para evitar la competencia improductiva y la superposición de programas militares. Por tanto, los expertos creen que los dos programas de producción de cazas de quinta generación no deben competir el uno con el otro, sino ser complementarios y estar orientados a sectores de mercado diferentes.
Según las fotos, el avión J-21 no es más pequeño que el J-20 y es no tampoco más ligero que su predecesor. Según algunas hipótesis, el J-20 dispondría de una gran sección interna para albergar armamento y sería realmente un avión de ataque. Por su parte, el J-21 es un avión de combate maniobrable diseñado para su despliegue en portaaviones.
Sin embargo, China no controla una importante tecnología para este tipo de aeronaves: no fabrica motores de aviones lo suficientemente eficaces. La mayoría de los motores de los cazas de la cuarta generación, que constituyen actualmente la base del poder de la Fuerza Aérea China, han sido comprados en Rusia. El caza chino J-11b utiliza motores rusos AL-31F y el caza J-10 motores AL-31FN.
Los requisitos técnicos para los motores de los cazas de quinta generación son más altos: estos cazas deben tener una velocidad de crucero supersónica y una mayor autonomía comparada con la generación anterior. Es probable que motores rusos sean igualmente instalados en los aviones de esta nueva generación.
Con sus dos prototipos de cazas de quinta generación, China tiene motivos para estar orgullosa. Sin embargo, no cabe ignorar que las pruebas y el desarrollo llevarán mucho tiempo y requerirán la ayuda extranjera (principalmente rusa).