Panamá es el único estado latinoamericano que ha votado en contra del reconocimiento de un estado palestino en la ONU.
Panamá es el único estado latinoamericano que ha votado en contra del reconocimiento de un estado palestino en la ONU. Esta actitud no resulta extraña, sin embargo, teniendo en cuenta la actitud del gobierno del presidente Ricardo Martinelli, durante el cual las relaciones con Israel se han estrechado en diversas áreas, incluido el negocio de las armas.
Las palabras del representante permanente panameño en la ONU, Pablo Antonio Thalassinós, resume el sentir de ese gobierno cuando dijo que “hemos estado votando siempre a favor de Israel y en contra de todo aquello que ataque a Israel”.
Otros pactos entre Panamá y Tel Aviv se circunscriben a la seguridad del presidente centroamericano y la aplicación del controvertido dispositivo electrónico móvil (Pele Police), que establece el acceso a los antecedentes de los ciudadanos.
Los intensos lazos se asociación, además, al fuerte lobby judío en el Estado panameño, con una comunidad de alrededor de 8.000 personas, muchos de ellos con gran poder económico, que controlan parte de la Zona Libre de Colón.
Esa comunidad panameña sostiene estrechas relaciones con los dos grupos del lobby judío estadounidense: American Jewish Comité y el World Jewish Congreso.
Este último entregó en abril del 2011 a Martinelli el premio llamado “La Luz de las Naciones, ocasión en la que el gobernante declaró: “Yo apoyo a Israel porque es lo justo”.