La así llamada Operación “Pilar de Humo”, iniciada el 14 de noviembre con el asesinato de Ahmad Yaabari, jefe de la rama militar de Hamas, ha constituido un sonoro fracaso para Israel.

La así llamada Operación “Pilar de Humo”, iniciada el 14 de noviembre con el asesinato de Ahmad Yaabari, jefe de la rama militar de Hamas, ha constituido un sonoro fracaso para Israel. No sólo éste último no ha logrado sus objetivos militares y políticos, sino que el conflicto ha servido también para reforzar a Hamas, el Yihad Islámico y el resto de organizaciones de la resistencia palestina. En este sentido, los objetivos de Israel han resultado ser ilusorios, como ocurrió durante la operación israelí contra Líbano en 2006.

Como sucedió en las anteriores guerras contra Gaza y Líbano, Israel ha cometido todo tipo de masacres y crímenes como una reacción airada a su fracaso militar. En esta guerra, los israelíes han destruido edificios del gobierno y particulares y han dado muerte a 161 palestinos, entre los que cabe citar a 14 miembros (incluyendo cinco niños) de la misma familia. Todos estos crímenes deben ser castigados por los tribunales internacionales.

Desde el punto de vista político, cada vez más gente en el mundo se muestra de acuerdo en que los palestinos tienen el derecho legal a resistir los ataques israelíes y responder a las recientes décadas de genocida ocupación y bloqueo israelíes, que han provocado la desaparición física de una parte de la población de Gaza.

Desde el punto de vista militar y a diferencia de la guerra de 2008-9, Hamas no dejó de bombardear el territorio de la entidad sionista durante todo el conflicto. Los cohetes palestinos continuaron cayendo sobre estos asentamientos y fueron asimismo capaces de alcanzar Tel Aviv, Jerusalén y otras ciudades y asentamientos que nunca antes habían estado, desde la creación del estado sionista, al alcance de los combatientes palestinos.

Además, los palestinos en Gaza fueron capaces de frustrar una invasión terrestre gracias a los misiles de largo alcance suministrados por Irán. A esto también contribuyó el hecho de que la resistencia dispusiera misiles Kornet, de fabricación rusa, con doble cabeza, una que penetra en el tanque y otra que explota en su interior.

Aviones y barcos israelíes fueron alcanzados por el fuego de los palestinos. Según algunos expertos, la resistencia palestina posee ahora misiles antiaéreos portátiles, lo que explicaría la no presencia de helicópteros israelíes Apache sobre los cielos de Gaza. Los helicópteros de combate serían necesarios para apoyar a los soldados de a pie en el caso de que un ataque terrestre fuera lanzado.

Los cohetes palestinos asestaron un duro golpe a la economía israelí. Según la compañía BDI, especializada en información a empresas, los costes de la guerra para la economía israelí alcanzaron los 1.100 millones de shekels a la semana. Durante la guerra, el 80% de todos los establecimientos de comercio minorista y las empresas de servicios en el sur cerraron sus puertas, hecho éste que costó a la economía israelí 100 millones de shekels al día, según datos de la Federación de Cámaras de Comercio. Ninguna de estas estimaciones tiene en cuenta los daños a la propiedad, que todavía no se conocen.

Haciendo frente a un desastre en todos los frentes, Israel quiso poner fin rápidamente a la campaña militar. Según varias fuentes, el presidente israelí Shimon Peres telefoneó al presidente estadounidense Barack Obama y le pidió que presionara a Egipto para que obligara a Hamas a aceptar una tregua basada en las condiciones egipcias.

En el acuerdo de cese el fuego, los líderes de la resistencia palestina en Gaza lograron insertar una cláusula que establecía un levantamiento, al menos parcial, del bloqueo que Israel impuso sobre el área palestina después de que Hamas llegara al poder en 2006. Los puntos de cruce a Gaza serán asimismo abiertos en un breve plazo. El objetivo es facilitar la entrada libre en la Franja de bienes y productos tras años de bloqueo israelí.

Debido a este asedio, la población de Gaza carece de alimentos adecuados, agua, medicinas, electricidad, plantas de tratamiento de residuos que funcionen y materiales de construcción. La tasa de desempleo en Gaza se mantiene en un 50% y los efectos físicos y psicológicos del bloqueo sobre los niños que viven en la Franja han sido investigados extensamente. En un documento obtenido por el grupo israelí de derechos humanos Gisha, el régimen sionista se refiere al bloqueo como una “guerra económica”.

La victoria más importante para la resistencia palestina, sin embargo, es que la capacidad de disuasión de Israel ha sido destruida y los grupos de la resistencia palestina están ahora en posición para responder a los ataques israelíes. El poder militar de Hamas y el Yihad Islámico sorprendió a los israelíes, como también su nueva capacidad misilística.

El Canal 10 de la televisión israelí difundió un video de asustados miembros del Knesset arrojándose al suelo y buscando refugio, incluyendo al diputado laborista y antiguo ministro de Defensa Amir Peretz, que se ocultó por temor a ser alcanzado por un cohete. Otro video mostró al ministro de Protección Medioambiental, Gilad Erdan, corriendo a esconderse junto a un muro en Beir Sabae por los mismos motivos. La censura militar de la Agencia de Inteligencia del Ejército israelí AMAN prohibió la publicación de cualquier información acerca de los soldados israelíes que fueron alcanzados por los cohetes o misiles.

Como resultado de su victoria, Hamas y las otras facciones palestinas han sido capaces de posicionarse como un socio negociador, lo cual les garantiza un papel como actor en Oriente Medio. Simon Shiffer, un columnista del diario israelí Yedioth Ahronoth, escribió que Hamas se ha convertido ahora en el poder palestino más influyente porque ha obligado a Netanyahu a llevar a cabo negociaciones con él mientras ignora a la Autoridad Palestina y su presidente, Mahmud Abbas.

Los palestinos celebraron jubilosas manifestaciones en la Franja de Gaza para celebrar su victoria el día después de que el alto el fuego con Israel entrara en efecto. Cada una de las facciones de la resistencia alabó los logros militares alcanzados y lo que ellas consideran como una nueva era para la unidad palestina.
 
Cambios en el mundo musulmán

El primer ministro de Gaza, Ismail Haniyeh, ha atribuido la victoria de la resistencia palestina, en parte, a una región cambiante, donde la entidad sionista está cayendo en una posición de creciente debilidad. Israel “llevó a cabo esta guerra en una región cambiante. Egipto ha cambiado y todo el mundo musulmán ha cambiado,” dijo Haniyeh.

El apoyo de Irán a los combatientes palestinos ha sido también decisivo para su victoria. En este sentido, Hamas y el Yihad Islámico mostraron su gratitud a Irán por suministrarles armas y tecnología. Estas declaraciones así como los comentarios recíprocos de Teherán muestran que la alianza entre Irán y Palestina está bien viva.

Los nuevos gobiernos de la región, particularmente Egipto, han suministrado también a Hamas un respaldo político en desafío a Israel. Esta crisis ha llevado a Mursi, que negoció la tregua, a asumir el papel de importante estadista regional.

Saad al Katatni, presidente del gobernante Partido de la Justicia y la Libertad (PJL), y otros destacados miembros del Parlamento egipcio visitaron Gaza durante la guerra y mostraron su solidaridad con la población de la Franja. Esta nueva actitud egipcia contrasta plenamente con la situación que se produjo durante la guerra de 2008-9, en la que el dictador egipcio, Hosni Mubarak, adoptó una postura política abiertamente pro-israelí.

La realidad es que existe una nueva ecuación política y militar en Oriente Medio que ha puesto claramente de manifiesto las vulnerabilidades geoestratégicas de Israel. Los líderes políticos israelíes parecen no estar preparados para esta nueva realidad sombría, cuya principal manifestación es la nueva habilidad de la resistencia palestina para golpear en profundidad en el interior de la entidad sionista, capacidad ésta que a buen seguro que incrementará mucho más en los próximos años.