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Un día después de que los medios de Corea del Sur informaran que su vecino, Corea del Norte, iba a retrasar el lanzamiento de un cohete Unha-3 de largo alcance, este último país lanzó este último al espacio para colocar en órbita un satélite.
“El satélite Kwangmyongsong-3 ha entrado en órbita como estaba planeado”, dijo la Agencia Central de Noticias de Corea (KNCA) en una declaración repetida en una retransmisión especial efectuada por la televisión estatal.
La agencia alabó el lanzamiento como un evento “innovador” dirigido a homenajear al anterior líder norcoreano, Kim Jong-il, un año después de su muerte. “El exitoso lanzamiento… es un evento innovador en el desarrollo de las tecnologías científicas y de la economía por medio del ejercicio de nuestro derecho al uso pacífico del espacio,” dijo la KNCA.
El lanzamiento tuvo lugar el día 11 de diciembre desde el polígono de Sohae, en el noroeste del país. “El satélite entró en órbita nueve minutos después del lanzamiento. Ahora, está rotando en orbita entre 499,7 y 584,18 kilómetros sobre la Tierra”.
El pasado martes, la agencia surcoreana Yonhap afirmó que el cohete había sido sacado de la rampa donde se hallaba para realizar reparaciones, añadiendo que esto podría significar que el Norte se vería obligado a posponer el lanzamiento. Unas horas más tarde, sin embargo, Corea del Norte llevó a cabo el mismo.
Reacciones internacionales
En Washington, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Tommy Vietor, emitió una declaración en la que acusaba a Corea del Norte de violar la legalidad internacional.
“El lanzamiento de Corea del Norte efectuado hoy... es un hecho altamente provocador que amenaza la seguridad regional, viola directamente las resoluciones de la ONU... y socava el régimen de no proliferación,” señaló.
Por otro lado, algunas informaciones señalan que EEUU, Japón y Corea del Sur han acordado pedir al Consejo de Seguridad que amplíe las sanciones que pesan sobre Corea del Norte.
El 4 de diciembre, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo estar “seriamente preocupado” por el lanzamiento y pidió a Corea del Norte que “reconsidere su decisión y suspenda todas las actividades relativas a su programa balístico”.