Ali Akbar Salehi ha señalado que su país no permitirá que triunfe ningún proyecto occidental dirigido a derrocar al Presidente sirio Bashar al Assad por medio de la fuerza."
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, ha señalado que su país “no permitirá que triunfe ningún proyecto occidental dirigido a derrocar al Presidente sirio Bashar al Assad por medio de la fuerza, ya sea a través de hombres armados o por medio de una intervención directa”.
“Lo que hacen los países occidentales y algunos estados de la región en Siria no es más que una flagrante violación de todos los valores (...) y todos los principios legales y morales. Es un comportamiento unilateral absolutamente injustificable y debe detenerse de inmediato”, dijo Salehi en una entrevista para el sitio Arabi Press.
Recordando que Siria es un Estado miembro de las Naciones Unidas y un país independiente, Salehi dijo que las presiones ejercidas sobre ese país para que cambie su política hostil contra la ocupación israelí son contrarias al Derecho Internacional. “Le corresponde sólo al pueblo sirio el decidir sobre la naturaleza de su régimen gobernante y la identidad de su presidente, y ninguna fuerza externa tiene el derecho de interferirse en esos asuntos”, añadió.
Él continuó diciendo: “Al igual que las fuerzas agresivas occidentales llevan a cabo esfuerzos para cambiar el régimen en Siria, nosotros haremos todo lo posible para evitar la caída de este régimen. Los rusos y los chinos se mantienen también firmes en este tema y comparten nuestra posición”.
Finalmente, él reiteró que Teherán continuará apoyando el diálogo interno sirio como parte de una reconciliación nacional que permita lograr las reivindicaciones legítimas del pueblo sirio, lejos de cualquier injerencia exterior.
“Los hombres sabios de este mundo han reaccionado positivamente a la iniciativa iraní, que requiere la interrupción de las entregas de armas a los terroristas y la celebración de un diálogo nacional en Siria, en preparación de unas elecciones parlamentarias, que irían seguidas de unas elecciones presidenciales”, dijo.
Él añadió que los países arrogantes que han infringido la Carta de las Naciones Unidas se verán obligados a aceptar un arreglo político en los próximos meses, como solución a la crisis.