Una fuente diplomática ha informado que existen contactos en curso en una capital interesada en la situación en Líbano.
Una fuente diplomática ha informado que existen contactos en curso en una capital interesada en la situación en Líbano para intentar encontrar un compromiso acerca del Líbano que permita poner a ese país al abrigo de los acontecimientos regionales. Esta misma fuente precisa que la idea es la de anunciar un acuerdo global, a partir de la Presidencia de la República libanesa, en relación a temas como la aprobación de una nueva ley electoral, el nombre del próximo jefe de gobierno, el proceso de elecciones presidenciales (2014), el nombramiento de cargos importantes (justicia, ejército y servicios de seguridad) y la relación del Líbano con Siria e Irán.
Este proyecto que ha sido propuesto a la coalición del 8 de marzo, actualmente en el poder, y no ha sido recibido positivamente ni negativamente por ella. Este acuerdo sería supervisado por EEUU y Francia con el apoyo de Egipto, Irán, Qatar y Arabia Saudí, país este último que tiene una influencia sobre el bloque del 14 de Marzo, liderado por Saad Hariri, y que parece tener dudas sobre esta propuesta. La reciente visita al ministro de Relaciones Exteriores de Egipto al Líbano buscaba precisamente allanar el terreno para la aprobación de este proyecto. El acuerdo podría ser anunciado en París.
La fuente diplomática explica que la voluntad de concluir un acuerdo de este tipo está motivada por el temor a que las elecciones legislativas no sean celebradas. Y ellas no serán realizadas probablemente sobre la base de la ley de 1960, salvo que su texto sea enmendado. La fuente ha advertido a todas las partes que no deben creer que Occidente desea celebrar tales elecciones según dicha ley. Aquellos que afirman tal cosa sobreentienden que Occidente desea expulsar del poder a la coalición del 8 de Marzo, y muy en particular a Hezbolá. Sin embargo, ellos se equivocan al creer eso porque los occidentales están convencidos que si Hezbolá no formara parte del gobierno, el Líbano estaría hoy en plena guerra civil.
La fuente añadió que todo partido cristiano que acepte la ley de 1960 perdería su capital de simpatía ante el electorado cristiano, que considera que dicha ley perjudica a su comunidad. Por otro lado, la fuente señala que sin un entendimiento entre musulmanes sunníes y shiíes, la situación política va a quedar bloqueada, o incluso podría empeorar.