Una mayoría sustancial de los electores egipcios, estimada en casi 64%, aprobaron en referendo el proyecto de Constitución impugnado por partidos laicos.
Una mayoría sustancial de los electores egipcios, estimada en casi 64%, aprobaron en referendo el proyecto de Constitución impugnado por partidos laicos, acorde con resultados extraoficiales difundidos hoy.
Electores de 17 provincias participaron en la segunda fase de consulta, que transcurrió sin incidentes de consideración, tras la celebrada el sábado anterior y arrojó un cómputo favorable más cerrado: casi 57 contra poco más del 43% en contra.
De acuerdo con los conteos iniciales, el SI obtuvo casi 5.800.000 votos y los adversarios poco más de 2.313.000.
Pero el nivel de abstención volvió a ser alto, 32%, similar al registrado en la primera ronda.
Tras la segura aprobación de la Constitución, el presidente egipcio, Mohamed Mursi, debe convocar a elecciones para la Asamblea Popular, la Cámara Baja del Parlamento.
Es improbable que los resultados acallen las protestas de los adversarios de la Constitución y del presidente. Los opositores reclaman la formación de una nueva Asamblea Constituyente y la adopción por consenso de una Constitución que satisfaga los intereses de todos los sectores.
La aprobación del proyecto constitucional se daba por segura dada la influencia de los Hermanos Musulmanes en las zonas rurales y los más desfavorecidos, que ha sido forjada a través de años de un eficiente trabajo social y político, incluso durante los años de mayor persecución por el régimen del derrocado presidente Hosni Mubarak.
Ahora se espera la respuesta de los integrantes del Frente de Salvación Nacional (FSN), en el que se agrupan partidos laicos, nacionalistas y de izquierdas, los cuales acusaron a los miembros de la HM de irregularidades en la primera ronda de votación.
Cientos de partidarios del FSN se mantienen en vigilia en la céntrica Plaza Tahrir de esta capital y es probable que a corto plazo esa entidad convoque protestas públicas e, incluso, acuda a la desobediencia civil, como anunciaron sus máximos exponentes.