El presidente de EEUU, Barack Obama llamará hoy durante una reunión con los líderes del Congreso a acabar de lograr un acuerdo que impida la caída del país en el temido abismo fiscal.
El presidente de EEUU, Barack Obama, llamará hoy durante una reunión con los líderes del Congreso a acabar de lograr un acuerdo que impida la caída del país en el temido “abismo fiscal” al mismo tiempo que la deuda pública de EEUU sigue creciendo.
Sin embargo, el diario digital Politico ya auguró que será imposible antes del nuevo año hallar una solución negociada para la amenaza fiscal que se cierne sobre el país, de lo cual son conscientes quienes participan en las conversaciones.
La Cámara de Representantes del Congreso anunció la víspera que estará en sesiones el próximo domingo, con el propósito de llegar al acuerdo.
El llamado a los miembros de la Cámara se produjo después de fuertes críticas de líder demócrata del Senado Harry Reid, quien acusó a los republicanos de ver películas, mientras la crisis presupuestaria se profundizaba.
Obama llegó a Washington el miércoles tras interrumpir sus vacaciones de Navidad en Hawai, y el Senado también retomó su trabajo ayer.
El pueblo estadounidense está esperando que la bola caiga, dijo Reid.
Este reconocimiento pesimista sobre el posible fracaso de las negociaciones bipartidistas desencadenó una venta masiva en los mercados bursátiles de Estados Unidos.
Mientras, la crisis presupuestaria ha provocado una pérdida de confianza del consumidor nacional.
El instituto privado The Conference Board reveló que el índice indicador que elabora para medir ese parámetro disminuyó en diciembre 6,4 puntos y se ubicó en 65,1 frente a los 71,5 registrado en noviembre.
De otro lado, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, alertó el miércoles que la deuda pública tocará el 31 de diciembre al techo de 16,4 billones de dólares.
En una carta enviada a los líderes del Congreso, reproducida en un artículo del diario The New York Times, el funcionario sentenció que de no lograrse un acuerdo en breve comenzarán a emprenderse medidas extraordinarias para evitar el colapso.
Pero lamentó, particularmente, que este año el techo de la deuda se haya convertido en una especie de fuerte juego político, pues se complica con las negociaciones sobre la masiva subida de impuestos y el abrupto recortes de gastos federales que entraría en vigor el 1 de enero.
La Casa Blanca pretende que este asunto se aborde fuera de las conversaciones sobre el precipicio fiscal.
A su vez, los republicanos amenazaron con no elevar el techo si Obama veta una ley que extiende los recortes fiscales de la era del ex presidente George W. Bush.