El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki calificó de inaceptable el corte de una carretera por manifestantes en la provincia central de Anbar y los llamó hoy a dialogar, en medio de una creciente tensión.
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki calificó de inaceptable el corte de una carretera por manifestantes en la provincia central de Anbar y los llamó hoy a dialogar, en medio de una creciente tensión.
Las protestas en esa zona estallaron a principio de esta semana tras el arresto de 150 guardaespaldas del ministro de Finanzas Rafa al Essawi.
Nueve de esos individuos están acusados de realizar atentados dinamiteros y ataques contra zonas en las que residen miembros de la mayoritaria comunidad shií.
En el año a punto de culminar las acciones terroristas contra zonas shiíes iraquíes en todo el país han causado la muerte a más de mil personas.
Se trata del saldo más cruento desde los años 2006 y 2008, cuando las acciones tenían como blanco a las tropas de la coalición militar liderada por Estados Unidos que derrocó y ejecutó al ex presidente Saddam Hussein.
Cortar carreteras y alentar las pugnas sectarias es inaceptable, dijo el jefe de gobierno shií en rueda de prensa después que los protestantes interrumpieron el tráfico de la ruta que une a Iraq con Siria y Jordania.
Manifestacioners similares se registraron en Kirkuk, Mosul y otras localidades en las cuales los sunníes son mayoría, según reportes de medios locales.
“Debemos sentarnos a la mesa de negociaciones para terminar nuestros problemas y diferencias y escucharnos los unos a los otros”, dijo el jefe de Gobierno.
De su lado, los manifestantes incrementaron sus protestas este viernes y pidieron la secesión de la provincia de Anbar y otras regiones de mayoría sunní siguiendo el modelo implementado en el Kurdistán.
La situación iraquí se complicó después de que tribunales iraquíes dictaron cinco condenas a muerte en ausencia contra el fugitivo vicepresidente Tariq el Hachemi, un sunní, asilado en Turquía.
El alto funcionario, su yerno y varios de sus guardaespaldas, algunos de los cuales han sido ejecutados, han sido acusado de organizar y ejecutar atentados mortales contra funcionarios y altos oficiales shiíes del Ejército y la Policía.