El ministro de Exteriores de Ecuador ha reafirmado la voluntad de su país de continuar con su actual política exterior y mantener los vínculos bilaterales con Irán y otros países amigos.

El ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, ha reafirmado la voluntad de su país de continuar con su actual política exterior y mantener los vínculos bilaterales con Irán y otros países amigos, a pesar de las presiones de EEUU.

La reciente legislación estadounidense destinada a contrarrestar los lazos de Irán y Latinoamérica no afectará la relación de Ecuador con Irán, dijo Patiño a la agencia Prensa Latina en una entrevista el jueves.

El 28 de diciembre de 2012, el Presidente de EEUU, Barack Obama, promulgó una ley para contrarrestar el crecimiento de las relaciones de Irán con los países latinoamericanos. La ley requiere que el Departamento de Estado desarrolle una estrategia dentro de 180 días para “abordar la creciente actividad y presencia hostil de Irán” en América Latina.

El ministro ecuatoriano denunció la legislación estadounidense y dijo que Washington cree que cuando rompe sus relaciones con un país, el resto del mundo debe seguirle.

Él hizo hincapié en que Quito seguirá adelante con sus relaciones con Irán, China, Rusia, Oriente Medio, África y todos los países con los que tradicionalmente ha mantenido vínculos.

Él expresó su esperanza de que la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) apoye la postura de Ecuador durante su próxima reunión.

Patiño agregó que la nueva ley estadounidense pretende perjudicar a países de América Latina que tienen buenas relaciones con Irán, como en el caso de Ecuador.

Esta ley se refiere sólo a los intereses de EEUU y no la paz mundial, dijo Patiño, destacando que los países de América Latina no deben servir a los intereses de otros.

Los principales países de América Latina han mejorado sus lazos diplomáticos y comerciales con Irán en los últimos años. La promoción de una cooperación con los países latinoamericanos ha estado también entre las prioridades de la política exterior de la República Islámica en los últimos años.

EEUU considera a América Latina como su “patio trasero” y se inmiscuye de forma habitual en las políticas internas y externas de los países latinoamericanos.