Irán se siente optimista sobre el futuro de las conversaciones con el Grupo P5+1, cuya continuación carece aún de fecha o sede, acorde con declaraciones hoy del ministro de Asuntos Exteriores, Ali Akbar Salehi.
Irán se siente optimista sobre el futuro de las conversaciones con el Grupo P5+1, cuya continuación carece aún de fecha o sede, acorde con declaraciones hoy del ministro de Asuntos Exteriores, Ali Akbar Salehi.
La cuestión está siendo negociada, dijo el ministro de Exteriores de la República Islámica a la agencia noticiosa oficial IRNA, y pidió a sus conciudadanos “ser pacientes un poco más de tiempo”.
El Grupo 5+1 está integrado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad: Rusia, China, Estados Unidos, Francia y el Reino Unidos, más Alemania-
Respecto a los resultados de la ronda de conversaciones esta semana con una delegación del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Salehi reveló que los expertos de ese ente de la ONU “diseñan un marco para marco para definir los lugares que visitarán en la instalación de Parchin”.
Parchin es una base militar cercana a esta capital que los inspectores de la AIEA han visitado en por lo menos tres ocasiones, previa autorización, sin encontrar indicios de actividad atómica prohibida.
En declaraciones separadas, el embajador iraní ante la AIEA, Ali-Asghar Soltaniyeh, desmintió que existiera un acuerdo previo con el OIEA para la visita de sus inspectores a esa instalación, que, aclaró, requiere “un cierto marco independiente”.
Sin embargo, visitar esa instalación será posible después de alcanzar ese tipo de acuerdo y el OIEA está al tanto de este hecho, subrayó.
La próxima ronda de negociaciones entre el OIEA e Irán está programada para el 12 de febrero del año en curso, antes de que vuelva a reunirse su Junta de gobernadores.
A pesar de enormes presiones de EEUU y sus aliados occidentales, Irán reivindica su derecho al dominio de la energía nuclear con fines pacíficos en tanto que signatario del Acuerdo de No Proliferación y miembro del OIEA y, días atrás, un portavoz oficial recordó que existe un edicto religioso (fatua) que proscribe la fabricación o posesión de armas de exterminio masivo.