Los opositores egipcios agrupados en el Frente de Salvación Nacional (FSN) anunciaron que el próximo aniversario del inicio de las protestas de 2011 repudiarán lo que califican de hermanización de su país.
Los opositores egipcios agrupados en el Frente de Salvación Nacional (FSN) anunciaron que el próximo aniversario del inicio de las protestas de 2011 repudiarán lo que califican de “hermanización” de su país.
La referencia alude a la creciente influencia de los Hermanos Musulmanes en el Gobierno del presidente Mohamed Morsi, miembro de la organización hasta su ascenso a la primera magistratura en junio pasado a la que renunció para evidenciar su intención de ser el presidente de todos los egipcios.
Un comunicado circulado hoy asegura que las protestas abarcarán todas las provincias del país y en El Cairo convergerán en la Plaza Tahrir, donde hace casi dos meses decenas de opositores de todas las tendencias realizan una vigilia pacífica.
El texto está firmado por 16 entidades agrupadas en el FSN cuyos miembros protagonizaron violentas manifestaciones semanas atrás contra el contenido de la nueva Constitución aprobada en referendum y de la decisión de Morsi de investirse de facultades excepcionales.
Fuentes del Ministerio del Interior advirtieron, por su parte, que “harán frentea cualesquiera actos de violencia”.
Tras un lapso turbulento a fines del año pasado de varias semanas de choques con miembros de partidos pro-gubernamentales, el FSN optó por limitar su impugnación a la sentada en Tahrir y a un campamento de tiendas de campaña frente al Palacio Presidencial, que fue atacado días atrás por partidarios del presidente, aunque sin mayores consecuencias.
El gobierno del presidente Morsi ha exhortado al diálogo en un intento por disminuir la tensión política para poder concentrarse en la economía nacional, que sufre un abultado déficit presupuestario, el descenso persistente de las reservas extranjeras, la caída del turismo y la cautelosa negativa de los inversores extranjeros a invertir en el país.
Morsi salió la víspera hacia Arabia Saudí para participar en una reunión económica panárabe y tiene programado viajar a Alemania y Francia a fines de este mes en busca de apoyos para su solicitud al Fondo Monetario Internacional de un préstamo de 4.800 millones de dólares destinados a equilibrar el déficit del presupuesto nacional.