El Ministerio del Interior es un ministerio de terror, gritó la multitud, que rindió homenaje a la sangre de los mártires. En las manifestaciones habidas en otras ciudades, incluyendo la ciudad occidental de
Aunque el presidente tunecino, Zin El Abidin Ben Ali, intentó calmar la tensión acumulada durante semanas prometiendo no buscar otro mandato, varios miles de manifestantes protestaron el viernes en la capital.“No a Ben Ali; el alzamiento continúa,” gritaban los manifestantes en una marcha que en un principio congregó a varias decenas de personas, pero que rápidamente creció a pesar de la presencia policial, señaló AFP. La policía levantó una barricada para detener la marcha e impedir que alcanzara el Ministerio del Interior, al que se responsabiliza de la dura represión de las protestas que, según grupos pro-derechos humanos, ha causado la muerte a 66 personas, varias veces más de lo que reconocen las fuentes oficiales.
“El Ministerio del Interior es un ministerio de terror,” gritó la multitud, que rindió homenaje a la “sangre de los mártires”. En las manifestaciones habidas en otras ciudades, incluyendo la ciudad occidental de Sidi Buzid, donde una ola de protestas tuvo lugar el pasado mes de diciembre, miles de manifestantes gritaron “Fuera Ben Ali”, según AFP.
BEN ALI PROMETE NO PRESENTARSE DE NUEVO
En respuesta a los amplios disturbios sobre los precios y el desempleo que han tenido lugar en el país, el presidente tunecino, Zin El Abidin Ben Ali, dijo el jueves que él no buscará otro mandato en el cargo y prometió liberalizar el sistema político.
Tras casi un mes de disturbios, que en un principio estuvieron dirigidos a protestar contra el desempleo, provocados por el suicidio de un joven licenciado que se prendió fuego, el presidente apareció en la televisión en un esfuerzo por calmar las tensiones.
Ben Ali, que ha estado en el poder desde 1987, prometió no buscar la reelección en 2014. “Yo digo “No” a ser un presidente vitalicio y me niego a alterar el límite de edad fijado por la Constitución”.
Él prometió también instituir amplias reformas, incluyendo más libertades en la sociedad e investigar las muertes de manifestantes durante las manifestaciones que han dominado el país el pasado mes.
Ben Ali prometión introducir una “total libertad” de información y de acceso a Internet y más reformas. “Os digo de nuevo que quiero profundizar la democracia y revitalizar el pluralismo en nuestro país,” señaló. El presidente prometió “bajar los precios de los bienes básicos, tales como la leche, el pan y el azúcar.”
Él dijo además que no buscará derogar una cláusula constitucional sobre límite de edad para los candidatos.
“Ya basta de disparar con balas reales,” dijo, añadiendo en una rara admisión que él se había “equivocado” en su análisis de los males sociales del país y prometió una investigación completa para determinar “las responsabilidades de todos y cada uno”.
Sin embargo, mientras el presidente se dirigía a la nación, dos personas fallecieron cuando policías abrieron fuego contra manifestantes en el centro de Túnez, dijeron los testigos.
Otros testigos, que pidieron no ser nombrados, hablaron de caos en la ciudad de Kairuan, donde los disturbios se prolongaron durante horas.
LA OPOSICIÓN SALUDA LA PROMESA DE BEN ALI
A última hora del viernes, la oposición reaccionó positivamente al discurso de Ben Ali. Mohammed Neyib Shibbi, líder del Partido Democrático Progresista, que es legal pero no está representado en el Parlamento, dijo: “El hecho positivo es que el presidente decidió no concurrir de nuevo”.
“Este dicurso abre posibilidades,” declaró Mustapha Ben Yaafar, jefe del Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades.
Él añadió, sin embargo: “Estas intenciones tienen que ser aplicadas.”
El miembro del Parlamento, Ahmed Ben Brahim, líder del antiguo Partido Comunista Ettaydid, dijo: “Es positivo, el discurso responde a las cuestiones que fueron planteadas por nuestro partido”.
La militante pro-derechos humanos Bushra Ben Hayi dijo que Ben Ali “nos liberó y se ha liberado a sí mismo”.
Sin embargo, no todo el mundo fue tan positivo. Otro activista pro-derechos humanos, Mohamed Abbu, declaró que no creía en el presidente y que Ben Ali estaba “engañando a los tunecinos con promesas que no tienen futuro”.