Un ex alto funcionario saudí exigió a la comunidad internacional armar a los grupos mercenarios que operan en Siria, lo cual confirma el antagonismo de Riad con Damasco...
Un ex alto funcionario saudí exigió a la comunidad internacional armar a los grupos mercenarios que operan en Siria, lo cual confirma el antagonismo de Riad con Damasco y sus abiertos esfuerzos para derrocar al gobierno del presidente Bashar Al Assad.
El ex jefe del servicio de Inteligencia de Arabia Saudí, Turki al-Faisal, planteó el 25 de enero en Davos, Suiza, en el Foro Económico Mundial, que la denominada oposición siria “requiere ahora medios sofisticados capaces de derribar aviones y destruir tanques a largas distancias”.
“Sería un terrible error no enviar esas armas”, consideró el miembro de la familia real saudí, quien en estos momentos dirige el Centro de Investigación y Estudios Islámicos Rey Faisal en su país.
Líderes políticos y empresariales de varias partes del mundo escucharon a Al Faisal defender tales propuestas con el objetivo de “nivelar el campo de juego”, según sus palabras, reportó el diario Saudi Gazette.
“Urge enviar armamento sofisticado y de alto nivel que pueda derribar aviones y destruir los blindados del Ejército Árabe Sirio”, que hoy no está llegando, dijo.
Con estas palabras el dirigente saudí reconoció de manera indirecta que el conflicto en Siria es en gran parte una construcción artificial alentada y financiada por países extranjeros.
Un reporte de la televisión estatal siria señaló que tal solicitud constituye una flagrante violación de la soberanía siria por parte de Arabia Saudí.
“Apoyar y armar a los grupos terroristas que operan en nuestro país solo servirá para sembrar el caos, la muerte, la destrucción y el sabotaje entre la población civil”, argumentó la cadena estatal.
En los últimos meses, numerosos reportes de prensa e informaciones de inteligencia desclasificadas revelaron los estrechos vínculos de Riad, al igual que de Doha y Ankara, entre otros, en la organización, el armamento y la financiación de los grupos mercenarios que operan en Siria.
Arabia Saudí y Qatar son los principales promotores de la guerra en Siria, así como los principales financiadores del denominado Ejército Libre Sirio, aseguró a inicios de enero el reconocido escritor y periodista francés Thierry Meyssan, en una entrevista exclusiva al canal al-Mayadin.
Él remarcó que tras la crisis de violencia en la nación del Medio Oriente subyace un sistema logístico-militar integral pagado por ambos países del Golfo, el cual se vale de redes israelíes para armar a los insurgentes y utiliza personal de la OTAN para entrenarlos.
Ello lo confirma el reciente decomiso de un aparato de transferencia de información de la OTAN en manos de los insurgentes, el cual permitía conocer vía satélite los lugares donde se concentran las unidades del Ejército Árabe Sirio, para luego atacarlas, explicó el también fundador de la Red Voltaire.
Cabe destacar que el llamado Ejército Libre Sirio (ELS), la principal fuerza armada que combate contra el gobierno, colabora con los grupos radicales como el Frente al Nusra, filial de la organización Al Qaida en este país.
Días atrás, el boletín francés Intelligence Online, especializado en Asuntos Estratégicos, develó que los servicios de Inteligencia de Arabia Saudita se encuentran implicados en la formación del Frente al Nusra.
De acuerdo con el boletín publicado en París, la inteligencia saudí encabezada por Bandar bin Sultan bin Abdul Aziz Al Saúd aprovechó sus amplios contactos con los movimientos extremistas en Iraq para ayudar a crear el Frente al Nusra. Gracias a dicha financiación y el apoyo de aliados en Líbano, la organización extremista armó con rapidez sus fuerzas para atacar a las tropas del Ejército Árabe Sirio, precisó la fuente.
La experiencia de los extremistas en la organización de atentados suicidas en territorio iraquí permitió dirigir golpes contra objetivos en Siria, aclaró.
El mismo boletín citó la existencia de un documento donde se plasma la decisión de Riad de liberar a cientos de terroristas y criminales condenados a muerte por contrabando de drogas, asesinatos y violaciones, bajo la condición de ir a Siria y afiliarse al ELS y al Frente al Nusra.
La organización extremista se ha atribuido la mayoría de los atentados con coches bomba ocurridos a lo largo del territorio sirio. El lunes 21 de enero, el Frente Nusra reivindicó el atentado ocurrido en la ciudad de Salmiyya, en la provincia de Hama, que costó la vida a 63 personas, en su mayoría civiles, mujeres y niños, y heridas a otras 150. Según las investigaciones, el causante de la masacre fue precisamente un saudí que utilizaba el seudónimo de Al Naydi, que evoca sus orígenes de la región saudí de Nayd. Sin embargo, su nombre real, según Syria Truth, es Suleiman ibn Ibrahim al Hayiri.
Syria Truth señala también que los medios y las autoridades saudíes mienten sobre el número y la identidad de los muertos saudíes en Siria. Hasta ahora, dichos medios han reconocido sólo la muerte de dos de ellos.
Sin embargo, según el periódico sirio Al Watan, sólo en los últimos días han fallecido cuatro saudies: Abdel al Kashemi, Hazae al Jashuki, Saud al Wafi y Mohammed Ali al Hayili.
Recientemente, el Departamento de Estado de EEUU incluyó al Frente Nusra dentro de la lista de organizaciones terroristas sujetas a sanciones si bien Washington, al respaldar las acciones del ELS en contra del gobierno del presidente Bashar Al Assad, apoya de manera indirecta a quienes alega condenar.
Lo anterior demuestra que lejos de contribuir a fomentar la “libertad" y la “seguridad” en Siria, como asegura, el gobierno saudí apadrina a uno de los actores más letales y extremistas, causantes de grandes sufrimientos y muerte al pueblo sirio.