EEUU es consciente de su incapacidad para frenar los logros científicos de la República Islámica de Irán.
EEUU es consciente de su incapacidad para frenar los logros científicos de la República Islámica de Irán. Nada mejor puede confirmar este reconocimiento que la última reacción estadounidense al anuncio por parte de Irán del envío de una cápsula al espacio.
“He visto las imágenes de este pobre monito preparándose para ir al espacio. No hay manera de confirmar de una u otra manera lo que sucedió al primate”, dijo la portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Victoria Nuland, en alusión al mono que estaba a bordo de la cápsula iraní.
Inquieta por la suerte del mono, esta diplomática no ha medido sus palabras y ha revelado el verdadero pensamiento de la administración norteamericana: “La preocupación de EEUU por el desarrollo por parte de Irán de la tecnología para lanzar misiles al espacio es bien conocida”, dijo a la prensa.
Para Washington, el lanzamiento de una cápsula iraní al espacio es motivo de preocupación y constituye “una violación de una resolución de la ONU”. Pero el lanzamiento de miles de misiles estadounidenses, israelíes y de otros aliados contra las poblaciones del mundo es una actividad banal, incluso aplaudida por la potencia hegemónica.
Sin duda, Nuland y detrás de ella la administración estadounidense tratan de justificar su animadversión contra su temido enemigo número uno en la región con excusas que ya no convencen a nadie: “Todo lanzamiento al espacio de una nave espacial capaz de poner un objeto en órbita está directamente relacionado con el desarrollo de misiles balísticos de largo alcance”.
El lunes, Irán afirmó haber dado un “paso importante” en su proyecto de enviar un ser humano al espacio hacia el año 2020 gracias al envío de una cápsula a 120 kilómetros de altitud con un mono, que regresó vivo del viaje.
Teherán decidió, pues, mostrar imágenes del mono ileso para tranquilizar los espíritus de quienes dicen preocuparse por las vidas de los animales, como la Sra. Nuland.