El más alto tribunal europeo ha anulado las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) contra el Banco Mellat de Irán hace dos años y medio.
El más alto tribunal europeo ha anulado las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) contra el Banco Mellat de Irán hace dos años y medio.
“Después de dos años y medio de intenso trabajo legal para levantar las sanciones de la UE contra el banco, el Tribunal Europeo de Justicia ha fallado en favor del Banco Mellat,” dijo el director gerente del banco, Ali Divandari, el miércoles.
“El Tribunal ha pedido también a la Unión Europea que pague las costas del procedimiento judicial... y falló que el Banco Mellat tiene derecho a recibir una compensación de daños y perjuicios por las pérdidas derivadas de estas sanciones,” añadió.
Divandari dijo que vagas razones fueron utilizados por la UE en julio de 2010 para imponer sanciones contra el Banco Mellat.
“Teniendo en cuenta el fallo unánime del Tribunal Europeo de Justicia, estoy seguro que este resultado afectará positivamente a las acciones legales emprendidas por otros bancos e instituciones económicas iraníes,” dijo.
En diciembre de 2012, el Tribunal, con sede en Luxemburgo, ordenó también a la UE a levantar sus sanciones contra el banco privado iraní Sina.
A principios de 2012, EEUU y la Unión Europea impusieron sanciones a los sectores petrolífero y financiero de Irán, con el objetivo de evitar que otros países de compraran petróleo iraní y realizaran transacciones con el Banco Central de Irán. Estas sanciones entraron en vigor el verano pasado.
El 15 de octubre de 2012, los ministros de Exteriores de la UE alcanzaron un acuerdo acerca de la imposición de otra ronda de sanciones contra Irán.
Las sanciones ilegales promovidas por EEUU fueron impuestas en base a la acusación infundada de que Irán persigue objetivos no civiles en su programa de energía nuclear.
Irán rechaza la acusación argumentando que, como estado signatario del Tratado de No Proliferación y miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), tiene el derecho a utilizar la tecnología nuclear con fines pacíficos.