El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, afirmó que la injerencia extranjera en Siria se ha vuelto algo flagrante y escandaloso, mediante el envío de armas, fondos o la planificación de su destrucción.
El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, afirmó que la injerencia extranjera en Siria se ha vuelto algo flagrante y escandaloso, mediante el envío de armas, fondos o la planificación de su destrucción.
Siria podría ser la puerta de entrada para una futura intervención en Turquía o países árabe que apenas se ven con un microscopio, vaticinó el líder político durante una entrevista difundida hoy por canal árabe Al Mayadin.
De acuerdo con Maliki, la intervención que hoy pretende lograr ciertos intereses en Siria, se trasladará a Jordania, Iraq, Egipto y otros países.
Por ello, urgió al surgimiento de un “Eje de Resistencia”, que rechace la injerencia extranjera en los asuntos de otros países y apoye las demandas y derechos de sus pueblos.
Según Maliki, la intervención en Siria no puede ser ocultada, pues existe una injerencia directa con armas, dinero, planificación y medios de comunicación, remarcó.
Incluso, dijo, se habla en nombre del pueblo sirio como si fuera un pueblo menor de edad y necesitara de alguien que actuara en su nombre.
El primer ministro iraquí advirtió que la región se encuentra al borde de un volcán, pues potencias mundiales y regionales buscan trazar un nuevo mapa geopolítico en la región.
Lo que ocurre en Iraq, Siria y Egipto pretende sacar a estas naciones del papel central que han jugado en Oriente Medio, en beneficio de un proyecto que involucra a Turquía y beneficia principalmente a Israel, aseveró.