Más de 70 diputados de la Asamblea de Túnez han firmado una petición en la que condenan y ponen en guardia contra la propagación de la ideología wahabí en Túnez.
Más de 70 diputados de la Asamblea de Túnez han firmado una petición dirigida a los presidentes de la Asamblea, del Gobierno y de la República en la que condenan y ponen en guardia contra la propagación de la ideología wahabí en Túnez.
Estos diputados consideran la llegada de predicadores salafistas a Túnez como una invasión wahabí de este país, conocido por su moderación intelectual y religiosa.
Según estos diputados, las invitaciones repetidas a figuras wahabíes para que visiten Túnez buscan cambiar las constantes ideológicas del pueblo tunecino.
Los diputados critican además a los diputados del bloque islamista An Nahda por negarse a firmar la antedicha petición. Sin embargo, el vicepresidente del movimiento, Sheij Fattah Moro, ha puesto también en guardia, por su parte, contra la propagación de la ideología wahabí, que amenaza, según él, el futuro del país y extiende el extremismo.
Los diputados rechazan también en su carta las prácticas religiosas importadas y ponen en guardia acerca de toda forma de tutela ejercida por estados o líderes extranjeros sobre la religión islámica en Túnez.
Los políticos de la oposición y las organizaciones pro-derechos humanos en Túnez han llamado a expulsar al predicador kuwaití Nabil al Awadi, acusándole de expandir la ideología wahabí extremista. Otros ultraextremistas, como el predicador saudí Mohammad Arifi, han visitado también Túnez provocando una polémica similar.
Los profesores de la Facultad de Letras y Humanidades de Kairuán protestaron por la visita de Arifi a la Universidad, donde impartió una conferencia que reforzaba la “ideología wahabí”, a la que consideran contraria a los fundamentos de la Universidad. Ellos también pidieron a los diferentes componentes de la sociedad tunecina que “inmunicen a las universidades tunecinas” contra el pensamiento salafista.