Varios centenares de personas se han manifestado en la ciudad de Qatif, al este de Arabia Saudí, para pedir el fin de la invasión de Bahrein por fuerzas saudíes.
Varios centenares de personas se han manifestado en la ciudad de Qatif, al este de Arabia Saudí, para pedir el fin de la invasión de Bahrein por fuerzas saudíes.
El viernes, los manifestantes desafiaron la prohibición de las manifestaciones en Qatif y portaron carteles que pidieron al gobierno que las tropas saudíes salgan del estado vecino del Golfo Pérsico.
El principal grupo de la oposición de Bahrein dijo que 250 personas han sido detenidas y otras 44 han desparecido desde el inicio de la brutal represión del régimen monárquico de la familia Al Jalifa en contra de los manifestantes.
El miembro de la Sociedad Nacional Islámica Al Wifaq y antiguo diputado Mattar Ibrahim Mattar dijo el lunes que un gran número de bahreiníes han sido arrestados en los puntos de control o durante asaltos a viviendas. Los miembros de la familia han denunciado los casos de parientes que no han regresado a su hogar.
“Tenemos 250 arrestos confirmados y 44 desaparecidos, aunque ese número fluctúa porque algunas personas que se estaban escondiendo de la policía reaparecen después,” dijo Mattar.
A principios de mes, Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Omán y Qatar enviaron sus fuerzas armadas para ayudar a reprimir las protestas en Bahrein.
El envío de fuerzas de Arabia Saudí y otros aliados suyos del Golfo Pérsico ha puesto de manifiesto las preocupaciones de los regímenes monárquicos árabes de la zona acerca de una posible extensión de la revolución de Bahrein a sus países, donde numerosas protestas en los últimos meses han buscado poner fin al monopolio del poder por parte de dichos regímenes, que están respaldados por las potencias occidentales.
Arabia Saudí y otros estados árabes del Golfo Pérsico temen que cualquier concesión de los gobernantes de Bahrein puedan alentar más protestas en sus propios países.
Recientemente, manifestantes en Jordania, Kuwait, Omán, Arabia Saudí y Yemen han pedido reformas políticas democráticas.