Un ataque a las instalaciones nucleares iraníes tendrá una respuesta militar inmediata, advirtió el general Hussain Salami, vicecomandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).
Un ataque a las instalaciones nucleares iraníes tendrá una respuesta militar inmediata, advirtió el general Hussain Salami, vicecomandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) en declaraciones difundidas hoy.
Si el régimen de Israel “comete la locura de atacar las instalaciones nucleares de Irán, nuestra respuesta será sin dudas militar”, aseveró Salami.
El alto militar iraní especificó al mismo tiempo que su país reciproca de la misma forma las acciones diplomáticas, las amenazas y los ataques.
El general Salami recordó que la República Islámica tiene una alta capacidad defensiva que la pone en condiciones de asestar respuestas inmediatas "y ataques decisivos y aplastantes si es objeto de una agresión militar".
La fuerza de elite de las Fuerzas Armadas, el CGRI comenzó el año con unas vastas maniobras militares en el Golfo Pérsico, secuencia de otros ejercicios realizados por el Ejército, la Aviación y la Marina de Guerra en varios territorios del vasto país.
Las declaraciones del militar responden a declaraciones del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, en el sentido de que hará de la destrucción del programa nuclear iraní el principal objetivo de su próximo mandato.
La víspera, Irán completó la novena ronda de conversaciones con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) durante la cual se resolvieron algunas de las cuestiones pendientes y se acordó la convocatoria de un nuevo encuentro.
Además, para fines de este mes está programado en la capital de Kazajstán un reunión de Irán con el Grupo P5+1 para continuar las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, dijo horas atrás que el plan civil de desarrollo nuclear iraní no tiene marcha atrás, poco después del anuncio sobre el inicio de labores de las nuevas centrifugadoras para la producción de combustible nuclear alimentadas por hexafluoruro de uranio en las instalaciones de Natanz.