Rusia podría hacer frente de aquí a 2030 a un número creciente de amenazas militares existentes y potenciales, declaró el jueves el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de ese país.

Rusia podría hacer frente de aquí a 2030 a un número creciente de amenazas militares existentes y potenciales, declaró el jueves el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de ese país, general Valeri Guerassimov.

“Durante el período que va hasta el año 2030, el nivel de las amenazas existentes y potenciales que pesan sobre Rusia podría aumentar considerablemente,” explicó durante una conferencia de prensa en Moscú.

Según el jefe de Estado Mayor, el nivel de alerta militar será definido en función de la lucha de las potencias mundiales por los recursos energéticos, los mercados y el espacio vital.

A nivel militar, el jefe de Estado Mayor declaró que “de aquí a 2020, el Ejército ruso recibirá sistemas antiaéreos y antimisiles S-400 y S-500, así como drones de fabricación nacional.”

Desarrollado por el centro de estudios Almaz-Antei, el sistema S-500 Prometeo es capaz de destruir 10 objetivos simultáneamente que vuelen a una velocidad de 7 kilómetros por segundo y una altitud de hasta 200 kms. También misiles de crucero supersónicos.

Según Anatoli Issaikin, representante de la compañía de exportación de armas rusa, Rosoboronexport, los países que deseen adquirir el sistema de misiles ruso S-400 tendrán que esperar hasta 2021.

Por su parte, la Marina rusa ha ordenado la construcción de un destructor, que constituirá el mayor navío de combate producido en Rusia tras el final de la Unión Soviética, señaló el periódico Izvestia, que cita una fuente en el seno del complejo militar-industrial ruso.

El destructor, de unas 12.000 toneladas, estará destinado a la lucha antisubmarina, antiaérea y antimisil. Será capaz de apoyar a las unidades terrestres que combaten en las zonas costeras.

El nuevo destructor estará equipado con misiles mar-mar, misiles de crucero capaces de golpear objetivos terrestres y sistemas ultrasofisticados de defensa antiaérea y antimisil, incluyendo el S-500.

A fin de luchar de forma eficaz contra los submarinos, el navío será dotado de una estación hidroacústica y de torpedos.