Washington ha reconocido, finalmente, que el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien está terminando su segundo y último mandato fue legítimamente electo por sus conciudadanos.
Washington ha reconocido, finalmente, que el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien está terminando su segundo y último mandato fue legítimamente electo por sus conciudadanos.
Hasta ahora, Washington afirmaba que la elección presidencial iraní de 2009 había sido manipulada y que la administración Ahmadineyad era, por lo tanto, ilegítima. La realidad es que la NED había organizado un intento de revolución de color, designado como “revolución verde”. A contracorriente de la inmensa mayoría de los medios de prensa occidentales, sólo 2 intelectuales denunciaron aquella mentira en Estados Unidos y en Francia: James Petras y Thierry Meyssan.
Durante su audiencia de confirmación en el Senado, el 31 de enero de 2013, el nuevo secretario de Defensa Chuck Hagel declaró sin la menor ambigüedad que Irán tiene “un gobierno electo legítimo, nos guste o no”.
En privado, sus palabras fueron confirmadas por el presidente Obama.
Y también fueron reiteradas por el nuevo secretario de Estado, John Kerry (que tiene una hija casada con un iraní), en un encuentro con la prensa en París –el 27 de febrero de 2013–, donde declaró que “Irán es un país que tiene un gobierno electo y ocupa un asiento en la ONU”.
Mientras tanto, la prensa occidental sigue repitiendo las viejas mentiras oficiales.