Un tribunal saudí ha condenado a dos activistas pro-derechos humanos a duras penas de prisión y a la disolución de su asociación.

Un tribunal saudí ha condenado a dos activistas pro-derechos humanos a duras penas de prisión y a la disolución de su asociación.

Un juez del tribunal penal de Riad ordenó, en un veredicto, “la disolución, al no obtener una autorización, de la Asociación Saudí para los Derechos Civiles y Políticos (ACPRA en inglés) y la confiscación de sus bienes”.

Él confirmó una pena de seis años pronunciada por un tribunal de primera instancia contra uno de los promotores de la asociación, Abdulá al Hamed. Él ha sido condenado también a una prohibición de viaje de once años que comenzará tras su salida de prisión.

Otro promotor de la ACPRA, Mohammed Gahtani, ha sido condenado a diez años de prisión y a una prohibición de viaje de diez años a su salida de prisión.

Los dos hombres han sido acusados de violar una ley sobre criminalidad en Internet por haber utilizado el Twitter para denunciar numerosos aspectos de la vida política y social del reino wahabí, cosa que el tribunal ha calificado de “rebelión contra la autoridad” del rey y “sembrar la sedición”.

El tribunal ha ordenado el arresto de los dos condenados que se han felicitado por el anuncio de su juicio, calificando su combate de “yihad pacífico” y afirmando su intención de continuarlo.

Hamed y Gahtani tienen treinta días para apelar la sentencia.

El ACPRA ha elaborado un dossier que habla de “centenares de violaciones de los derechos humanos en el curso de los dos últimos años” en Arabia Saudí. Según ella, unas 30.000 personas han sido detenidas por razones políticas. También denuncia que el régimen “se esconde detrás de la religión” y practica una “represión sistemática”. Asimismo, califica a la justicia saudí de “opresiva”.