La abogada francesa Isabelle Coutant-Peyre, contratada por Irán, busca encontrar los medios judiciales a fin de detener las producciones estadounidenses que atacan a Irán, tales como la película Argo.
La abogada francesa Isabelle Coutant-Peyre, contratada por Irán, busca “encontrar los medios judiciales a fin de detener las producciones estadounidenses que atacan a Irán, tales como la película “Argo”, declaró ella el miércoles a AFP.
La abogada, que se encuentra en la actualidad en Irán invitada por responsables del Ministerio de Cultura, ha decidido investigar si “existen medios legales para que las producciones anti-iraníes puedan ser frenadas”.
Tras las películas “No sin mi hija” (1991), “300”, “El luchador” o “Amenazados”, la industria de Hollywood ha promovido una nueva película, “Argo”, que trata sobre un episodio de la crisis de los rehenes de la Embajada de EEUU en Teherán en 1979 y ha sido producida por la Warner Bros.
Coutant-Peyre ha denunciado la “falsificación histórica” de una película “supuestamente basada en archivos desclasificados” del gobierno de EEUU.
“Se trata de una injuria y un atentado al honor” contra el Estado iraní y su población llevada a cabo por los productores, declaró.
Si plantea la demanda ante un tribunal francés, la abogada piensa en utilizar el artículo 1382 del Código Civil, que incluye la obligación de reparar los daños y perjuicios.
Según ella, el Derecho también pena la difamación de un estado extranjero.
Un eventual proceso “permitiría un debate contradictorio para restablecer la verdad y que la opinión pública tenga la oportunidad de conocer la otra versión”, señaló.
“Si se trata de un documental, es necesario que recoja hechos que correspondan a la realidad. Si se trata de una ficción, entonces ha de retirar la mención “basada en archivos desclasificados”, que da una credibilidad a la historia,” añadió.
Irán no desea que la película se prohíba, dijo ella, sino que “se incluya en ella un rótulo que señale que los hechos narrados no corresponden a la realidad”.