Rusia anunció el jueves la disposición de Rusia de enviar expertos para que se incorporen a la Comisión de Investigación sobre el uso de armas químicas por parte de los grupos armados en Siria.
El portavoz de la Cancillería rusa, Alexander Lukashevich, anunció el jueves la disposición de Rusia de enviar expertos para que se incorporen a la Comisión de Investigación sobre el uso de armas químicas por parte de los grupos armados en Siria, en caso de su creación.
Él advirtió también en contra de la intención de la oposición libanesa exterior de intentar provocar una intervención militar en Siria, señalando que esto produciría un “caos sangriento”.
“Esta oposición se ha propuesto como misión la de provocar una intervención extranjera después de haber logrado un incremento del apoyo de sus patrocinadores extranjeros,” denunció Lukashevich.
Él señaló además que Rusia no tiene nada que hablar con el así llamado “primer ministro interino” de la oposición y que Moscú sólo está dispuesto a continuar el diálogo con los opositores sirios a quienes interesa un arreglo pacífico.
En otro contexto, el vicecanciller ruso, Majael Bogdanov, examinó con el embajador de Siria en Rusia la situación en Siria a la luz de la utilización de armas químicas por parte de los grupos terroristas en Jan al-Asal. Ambas partes destacaron la necesidad de llevar a cabo una investigación independiente sobre el referido incidente.
Gatilov: Rusia espera pronta respuesta de la ONU a la solicitud de Siria de investigar la utilización de armas químicas
El viceministro de Exteriores de Rusia, Guennadi Gatilov, anunció, por su parte, que su país espera que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, responda rápidamente a la petición de Siria de llevar a cabo una investigación acerca del uso de armas químicas por parte de los grupos armados.
En su página de Twitter, Gatilov agregó que es importante que se forme un equipo neutral y profesional de expertos para alcanzar resultados objetivos. Cabe destacar que los grupos terroristas armados lanzaron el martes un misil que llevaba sustancias químicas contra la zona de Jan al-Assal en la campiña de Alepo, lo cual ocasionó la muerte y lesiones a decenas de civiles.
A raíz del ataque, Siria pidió a las Naciones Unidas la creación de una comisión técnica, independiente e imparcial para investigar el incidente del uso de armas químicas por parte de los terroristas en Alepo.
