El Canal 4 de la televisión británica ha confirmado que la masacre que ha tenido lugar en la provincia de Alepo el pasado martes fue perpetrada por un arma química compuesta de gas de cloro y ha acusado al Frente al Nusra.

El Canal 4 de la televisión británica, especializado en investigaciones sobre el terreno, ha confirmado que la masacre que ha tenido lugar en la provincia de Alepo el pasado martes fue perpetrada por un arma química compuesta de gas de cloro y ha acusado al Frente al Nusra, vinculado a Al Qaida, de ser el responsable de tal acto.

En una investigación efectuada en Alepo, el corresponsal de dicha cadena, Alex Thomson, explicó que la materia química utilizada en una granada de fabricación local era una mezcla de CL17 con sal salina. La misma fuente desmintió también las informaciones que hablaban de la utilización del proyectil de un tanque y que tenían como fin el incriminar al régimen sirio.

Según la cadena de televisión británica, el cloro utilizado en el ataque está prohibido internacionalmente y forma parte de las armas químicas prohibidas de categoría 2, lo que significa que se encuentra en segunda posición tras el gas sarin.

Este cloro es utilizado en el campo industrial y en la purificación de las aguas de piscinas y el agua potable. En esta investigación el corresponsal estableció un vínculo entre el crimen y la única fábrica de gas de cloro situada al este de Alepo. El Frente al Nusra tomó el control de dicha instalación el verano pasado.

El régimen de Saddam Hussein en Iraq fue el primero en utilizar cloro para fabricar armas químicas, pero más tarde renunció a ello por razones diferentes.

El reportaje británico concluye señalando que la ONU no habría aceptado formar una comisión de investigación a petición del gobierno sirio si no estuviera convencida de que la versión oficial siria es correcta y señaló que el gobierno sirio disfruta de un cierto nivel de credibilidad en la organización internacional.

Por su parte, Rusia ha pedido que expertos rusos y chinos formen parte de la comisión con el fin de evitar que las investigación de ésta sea manipulada por países hostiles a Siria.

Más de treinta civiles y militares fallecieron en el ataque, mientras que unas 100 personas resultaron heridas y hospitalizadas en la ciudad de Alepo.