Muchos ciudadanos sirios desplazados por la violencia y los actos terroristas de los grupos armados, confrontan hoy problemas adicionales en algunos de los países hacia donde emigraron, especialmente en Turquía y Jordania.
Muchos ciudadanos sirios desplazados por la violencia y los actos terroristas de los grupos armados que destruyeron o saquearon sus viviendas, confrontan hoy problemas adicionales en algunos de los países hacia donde emigraron, especialmente en Turquía y Jordania.
Así, un funcionario turco que pidió el anonimato reveló la víspera que Ankara deportó recientemente a 600 desplazados sirios del campamento de Suleiman Shah, próximo a la frontera con Siria y a la ciudad turca de Akcakale.
Policía turca reprime protestas
Ello ocurrió luego que la Policía recurriera a la fuerza para dispersar una manifestación de protesta por las pésimas condiciones en los campamentos donde se alojan, detalló el funcionario en declaraciones reproducidas por la agencia de noticias SANA. Los refugiados sirios arrojaron piedras a las fuerzas de policía, mientras que ésta última utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua contra los refugiados.
Cabe señalar que la manifestación comenzó poco después de que una tienda se incendiara por un fallo de la instalación eléctrica y tres personas de 7, 18 y 19 años resultaran heridas.
“Los residentes están indignados. La madre de los cuatro niños que viven en esa tienda había estado quejándose durante largo tiempo por los problemas eléctricos y nada fue hecho. Y ahora hemos tenido ese horrible accidente”, dijo uno de los refugiados a Reuters
Él describió como “muy tensas” las relaciones entre los refugiados sirios y los policías y trabajadores turcos.
Además, describió como “pésimas” las condiciones de vida del campo y dijo que las autoridades turcas obligan a varias familias a vivir hacinadas en pequeñas tiendas de campaña.
Un instrumento de chantaje
El antedicho responsable turco dijo asimismo asimismo que esos lugares de refugios fueron establecidos por la administración del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, como un instrumento de chantaje y presión política contra Damasco.
De igual forma, uno de los responsables del campamento afirmó que las fuerzas de seguridad turcas pretenden expulsar a nuevos grupos de refugiados, apuntó la fuente.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresó su profunda preocupación por los informes que dan cuenta sobre la expulsión de un gran número de sirios desplazados de campos de refugiados en Turquía, hecho que describió como peligroso, agregó.
Malas condiciones en Jordania
Días atrás, unos 220 refugiados sirios del campamento Al Zaatari, en Jordania, retornaron a Siria de forma voluntaria, huyendo de las malas condiciones de vida que padecían en el lugar, una zona desértica cerca de la ciudad de Mafraq, en el norte del país.
Los desplazados en Al Zaatari denunciaron la falta de elementos esenciales para la subsistencia y la carencia de servicios y atención así como la aplicación de chantajes políticos y presiones psicológicas y la existencia de malos tratos por parte de la gendarmería jordana.
A mediados de febrero, refugiados sirios fueron reprimidos allí con gases lacrimógenos por fuerzas de seguridad jordanas cuando protestaban contra las pésimas condiciones de vida y de salud a las cuales se ven sometidos.